jueves. 28.03.2024

El deporte, en ocasiones, no es un lugar en el que las mujeres se sienten cómodas, y con un reglamento que impide que las jugadoras puedan llevar mallas que cubran su trasero en vez de la parte inferior de un bikini, la situación no mejora. 

Las jugadoras noruegas de balonmano playa llevan solicitando un cambio del reglamento desde principios de año, también se sumaron las suecas. “Las jugadoras deben llevar bikinis inferiores con talla ajustada y corte en ángulo ascendente hacia la parte superior de la pierna. El lado ancho debe ser de un máximo de 10 centímetros", expone el reglamento. Las jugadoras solicitan cambiar la indumentaria porque se sienten incómodas y objeto de sexualización, además quieren ahorrar situaciones comprometidas si alguna está con el periodo. 

El partido que disputarían con mallas y top era el bronce contra España en el Campeonato de Europa de balonmano playa. Sin embargo, la Federación, que en un primer momento, dijo que tan solo recibirían una multa si no actuaban de acuerdo con el protocolo, amenazó con la descalificación. “Primero nos dijeron que recibiríamos una multa de 50 euros por persona y partido, lo que supondría una sanción de 5.000 euros. Y respondimos que de acuerdo", explicó la capitana de la selección noruega Katinka Haltvik, a la radiotelevisión pública noruega (NRK). 

Antes de que comenzara el partido, la organización endureció las normas. “Nos dijeron que la cantidad podría aumentar en cada partido y nos amenazaron con otras penalizaciones sin especificar. Justo antes del primer partido nos advirtieron de que seríamos descalificadas, así que nos vimos forzadas a jugar con bikini", insistió Haltvik.

Disputaron todo el torneo con el bikini, pero en la batalla por el bronce decidieron jugar con mallas y top. Aunque perdieron el partido contra España, las jugadoras noruegas han puesto en el punto de mira algunas de las injusticias y normas sexistas que aún habitan en el deporte.