jueves. 28.03.2024

Un estudio internacional, liderado por la Universidad de Birmingham (Reino Unido) con participación del Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), ha analizado como una proteína presente en la membrana de las células controla el efecto de determinados receptores celulares implicados en el funcionamiento de los fármacos.

El estudio, publicado en la revista 'Cell', muestra con detalle el funcionamiento de la arrestina y valida esta vía para el desarrollo de mejores tratamientos para el dolor o patologías como la diabetes y enfermedades cardíacas.

Se trata de la beta arrestina, un tipo de molécula que actúa a modo de controlado, regulando la traducción de la señal en la célula, convirtiéndose en un 'semáforo' que actúa limitando el tiempo en el que los transmisores actúan y que ajusta la respuesta de la célula a su estímulo.

El Grupo de Desarrollo de Fármacos, liderado por Jana Selent, ha facilitado las herramientas necesarias para realizar simulaciones a escala atómica de la actividad de las moléculas, con las que se ha podido comprobar el papel regulador de la arrestina sobre los receptores acoplados a proteínas G, lo que permite "abrir una vía para poder modular de forma más adecuada los fármacos y mejorar así su perfil terapéutico".

Los investigadores han podido comprobar cómo la arrestina regula la actividad de los receptores de las células ante los estímulos y, también, durante cuánto tiempo se lleva a cabo esta interacción, y han recordado que entre el 30% y el 40% de los fármacos actuales actúan sobre los receptores acomplados a proteínas G, precisamente los regulados por la beta arrestina.