sábado. 20.04.2024

Con la llegada del calor sofocante es muy habitual la instalación de piscinas portátiles o incluso de obra en las viviendas. Eso sí, antes de su instalación debes tener en cuenta que las piscinas tienen un mantenimiento y que, si no lo haces correctamente, bañarse en ellas puede entrañar riesgos para la salud.

En primer lugar, antes de llenar la piscina debes saber que el agua a utilizar debe ser la corriente que llega a tu casa depurada. Ni se te ocurra llenarla con agua de pozos o ríos, ya que puede contener partículas tóxicas o biológicas que ni siquiera pueden eliminarse con cloro común.

Una vez tengas la piscina hasta arriba de agua y, antes de relajarte y disfrutar de ella, debes realizar algunos cálculos. En primer lugar, deberás obtener el volumen de agua de tu piscina. Basándonos en este cálculo podrás determinar cuánto cloro es necesario para su mantenimiento.

Para mantener limpia la piscina, además, deberás utilizar un quita hojas para eliminar todos aquellos restos que estén flotando en el agua. Esta es una tarea diaria, aunque dependerá de las condiciones ambientales en las que se encuentre la piscina.

Cómo calcular el volumen de agua y cloro

Si la piscina es redonda, la fórmula será: el diámetro de la piscina al cuadrado multiplicado por la profundidad y por 0,79. En caso de ser cuadrada: el largo por el ancho y por la profundidad.

El volumen de agua se expresa en metros cúbicos, y cada fabricante especifica cuánta cantidad de cloro es necesaria. Simplemente ayúdate de un dosificador flotante e introduce las pastillas en él. También se puede usar una versión soluble, en cuyo caso deberás seguir las indicaciones del fabricante.

Una opción alternativa al cloro es el oxígeno activo. Este producto no es tan tóxico como el cloro y es incoloro e inodoro. Es una opción perfecta para aquellas personas que tengan reacciones adversas con la utilización de cloro o que, simplemente, quieran ser más respetuosas con el medio ambiente.

Mide el pH y el nivel de cloro

Con ayuda de un medidor que se introduce en el agua, debes comprobar que los niveles de pH y cloro sean los adecuados. En el caso del cloro, es recomendable que esté entre 0,5 y 1,5 miligramos por litro. El nivel de pH, en cambio, deberá encontrarse entre 7,2 y 7,6.

Haz estas mediciones de forma regular, ya que te permitirán saber si estás realizando la limpieza de la piscina correctamente. 

El último consejo es fácil: usa el sentido común. A veces una observación del agua puede determinar si estás realizando la limpieza correctamente. Si ves objetos flotantes no identificados o el agua turbia no te deja ver el color del fondo, es un buen momento para plantearse acudir a una tienda especializada y pedir ayuda.

La manera más eficaz de mantener tu piscina limpia durante todo el verano