A todos nos encantaría que el morenito que cogemos en verano nos durase ya todo el año, sin embargo, debido a la renovación de las células de nuestra piel se acaba yendo. Pero no todo son malas noticias, podemos alargarlo mucho más tiempo de lo que parece con una serie de truquitos.
Para empezar, tenemos que conseguir nuestro bronceado de una manera sana, utilizando una protección solar alta cada poco tiempo cuando estemos expuestos al sol para evitar quemarnos. Esto es fundamental porque sino la piel se pelará y no conseguiremos un moreno sano y bonito. Por eso, se recomienda obtener el bronceado de manera gradual e hidratando mucho la piel.
Esa es otra de las claves, la hidratación, tanto por fuera como por dentro de nuestro cuerpo. Tras la exposición solar debemos hidratar nuestra piel con alguna loción como el aftersun para nutrirla y repararla. Además, debemos beber mucha agua, mínimo 2 litros de agua al día.
Si además añadimos a nuestra dieta alimentos antioxidantes como por ejemplo el tomate, el brócoli, el ajo o el té verde, ayudará a mantener el bronceado más tiempo. También el consumo de zanahoria, calabaza, batata y espinacas acelerará el bronceado y lo prolongará.
Por último, debemos exfoliarnos la piel una o dos veces por semana para eliminar las pieles muertas y así perfeccionar nuestro moreno. Además, las duchas serán mejor con agua fría para que la piel no se deshidrate y tenga un aspecto más sano.
