Pela las uvas y córtalas en cuatro a lo largo: evita atragantos en menores de 5
Madrid, 31 (Europa Press).- En Nochevieja, un gesto tan simple como preparar bien las uvas puede marcar la diferencia para los más pequeños. Durante estas fechas, el riesgo de atragantamiento sube y la asfixia sigue siendo una de las principales causas de mortalidad infantil.
El doctor Ignacio Manrique, coordinador del Comité de Soporte Vital de la Asociación Española de Pediatría (CSV-AEP), ha recordado que cada año se registran visitas a urgencias por atragantamientos con uvas, y que a veces las consecuencias pueden ser graves o incluso fatales.
La idea clave es clara: muchos atragantamientos se pueden evitar si se toman medidas sencillas y si se sabe cómo actuar cuando ocurre un episodio.
Uvas y otros alimentos con riesgo en Navidad
Para reducir el riesgo en menores de 5 años, Manrique ha destacado una medida muy concreta: pelar las uvas y cortarlas en cuatro trozos a lo largo. También ha aconsejado dejarlas sin piel y sin semillas, ya que la piel, al ser resbaladiza, puede deslizarse “sin querer” hacia la garganta.
Además, para sumar seguridad, ha insistido en que el niño las tome sentado, tranquilo y bajo la supervisión de un adulto. Como alternativas “seguras” a las uvas, ha señalado los gusanitos de sémola de maíz o las pasas.
Durante las vacaciones de Navidad, el peligro no se limita a la fruta. En estos días aumenta el consumo de turrones, frutos secos, peladillas, palomitas de maíz o caramelos. En el caso de los caramelos, especialmente los duros y redondos, el riesgo es mayor: pueden bloquear por completo la vía aérea de un niño en segundos, porque no se deshacen rápido y encajan con facilidad en la garganta.
Por este motivo, desde el CSV-AEP se ha recomendado evitar los caramelos entre 0 y 3 años. Entre los 3 y los 5 años el riesgo sigue siendo alto, incluso si hay supervisión familiar o de otros adultos. A partir de los 5 años el riesgo baja, pero no desaparece del todo.
Pasos clave ante un atragantamiento infantil
Si ocurre un atragantamiento, el doctor Manrique ha querido desmontar algunos mitos muy extendidos. Uno de ellos es meter el dedo en la boca para intentar sacar el objeto, ya que podría empujarse más hacia dentro y causar lesiones. Otro es levantar al niño por los pies para “ayudar” a que salga el cuerpo extraño, una práctica que ha descrito como ineficaz y, además, peligrosa.
Cuando el niño está consciente y mantiene una tos efectiva, lo recomendable es no intervenir ni dar golpes en la espalda, porque la tos es el mecanismo natural para expulsar el objeto.
Si el niño está consciente, pero con tos inefectiva o dificultad para respirar, se debe pedir ayuda a las personas cercanas o llamar al 112; mirar la boca y retirar el objeto solo si está accesible; y después realizar cinco golpes en la espalda (interescapulares) seguidos de cinco compresiones abdominales (maniobra de Heimlich). Estos pasos deben repetirse hasta que el niño respire bien, expulse el objeto o pierda el conocimiento.
Si el niño pierde el conocimiento, se deben iniciar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) básica y contactar de inmediato con emergencias. Una vez expulsado el objeto, también se debe acudir al hospital para descartar posibles lesiones o complicaciones.