jueves. 18.04.2024

Lo mejor de darse un baño es echar en el agua un puñado de sales de baño. Estas sales, al entrar en contacto con el agua caliente hacen que nuestro cuerpo quede totalmente relajado y libere todo tipo de estrés. Esto ocurre porque los poros de nuestra piel se abren y permiten la liberación de toxinas y metales pesados.

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Además de esto y de que suelen desprender olores increíbles, el uso de sales es beneficioso para la curación y el tratamiento de algunas enfermedades, en especial las que están relacionadas con los músculos, la piel o los huesos. Esto se debe a que contienen muchos minerales muy buenos para nuestro organismo como el calcio, el hierro, el magnesio, el zinc o el cobre.

Por lo tanto, ayudan a desintoxicar el cuerpo, a nutrir nuestra piel y a relajar por completo todos los músculos. Funciona muy bien para calmar las molestias producidas por enfermedades articulares.

Aunque hay muchas variedades de sales se pueden clasificar en dos grandes grupos: las que vienen de la tierra subterránea llamadas sales de roca, o las que provienen de la evaporación del agua del mar, llamadas sales marinas. La cantidad que debemos echar es dos o tres puñados de sal por baño y estar en remojo con ellas al menos 10-15 minutos.

Sales de baño: los beneficios que no sabías