Papa cita a Benedicto y a Francisco:"No acoger al hombre es rechazar a Dios"
El Papa León XIV ha presidido este miércoles su primera misa de Nochebuena en la Basílica de San Pedro. En su mensaje, ha recordado a Benedicto XVI y al Papa Francisco, y ha insistido en una idea central: en la tierra no hay espacio para Dios si no hay espacio para el hombre.
Durante la celebración, el pontífice ha llamado a mantener viva la esperanza y a llevarla allí donde se ha perdido. También ha animado a los fieles a contemplar la Navidad como una sabiduría que orienta la vida y el modo de mirar al prójimo.
- Misa de Nochebuena en San Pedro
- Una Navidad que ilumina la historia
- Esperanza y recuerdo del camino reciente de la Iglesia
- Dignidad humana y crítica a una economía distorsionada
- Gestos litúrgicos y agenda de Navidad
Misa de Nochebuena en San Pedro
En la Basílica de San Pedro, León XIV ha subrayado que acoger a uno implica también acoger al otro. Según ha expresado, rechazar a la persona termina por cerrar el paso a Dios. En cambio, donde existe lugar para el ser humano, existe lugar para Dios.
El pontífice ha invitado a admirar la sabiduría propia de la Navidad. En ese marco, ha presentado el nacimiento de Jesús como una referencia que interpela y acompaña.
Una Navidad que ilumina la historia
En la homilía, se ha propuesto contemplar el nacimiento de Jesús como la luz definitiva que disipa las tinieblas del mundo y de la historia humana. La mirada se ha dirigido a esa luz como respuesta ante la oscuridad.
Durante la liturgia, se ha recordado que, a lo largo de los milenios, muchos pueblos han buscado respuestas en el cielo y en las estrellas. En esta Noche Santa, se ha remarcado el anuncio: el pueblo que caminaba en tinieblas ha visto una gran luz, y sobre quienes habitaban en el país de la oscuridad ha brillado una luz.
En ese contexto, el pontífice ha señalado la estrella que sorprende al mundo y ha proclamado el anuncio navideño: hoy, en la ciudad de David, ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor.
Esperanza y recuerdo del camino reciente de la Iglesia
Al final de la homilía, la Navidad se ha vinculado con el camino reciente de la Iglesia. Se han recordado palabras del Papa Francisco sobre la esperanza que no defrauda.
Se ha destacado que, hace exactamente un año, el Papa Francisco afirmaba que el nacimiento de Jesús reaviva el don y la tarea de llevar esperanza allí donde se ha partido. Se ha insistido en que con Él florece la alegría, con Él la vida cambia y con Él la esperanza no defrauda, palabras con las que se daba comienzo el año santo.
Dignidad humana y crítica a una economía distorsionada
Asimismo, se ha denunciado que una economía distorsionada lleva a tratar a las personas como mercancía. Frente a esa deriva, se ha remarcado que Dios se hace semejante a la humanidad, revelando la dignidad infinita de cada persona.
También se ha advertido sobre la tentación humana de querer convertirse en Dios para dominar al prójimo. En contraste, se ha presentado a un Dios que quiere convertirse en hombre para liberar al mundo de toda esclavitud.
En la misma línea, se ha recalcado que la Navidad no es una idea que resuelva todos los problemas, sino una historia de amor que involucra. En el Hijo hecho hombre, se ha añadido, Dios no entrega algo, sino que se entrega a sí mismo.
Gestos litúrgicos y agenda de Navidad
La misa del gallo ha incluido la tradicional procesión del Papa hasta el altar mayor y la solemne adoración del Niño Jesús. La celebración ha mantenido los ritos propios de esta noche.
Además, el pontífice impartirá este jueves desde el balcón central la bendición papal Urbi et Orbi desde la Basílica, en la mañana de Navidad.