Gari Habibou, jugador de baloncesto del Tenerife, cuenta su historia

Silla de ruedas. ARCHIVO

El chico llegó a El Hierro en patera hace menos de dos años en un viaje de 11 días en el que, debido a una grave herida infectada, tuvo que ser amputado de una pierna 

El chico afirma que en el momento en el que le comunicaron que le tenían que amputar una pierna, el prefería morir pero un médico le animó a seguir. Entonces, el baloncesto paralímpico fue su salida ante esa pesadilla. Tanto sus compañeros de equipo, como el directivo, hablan maravillas del jugador y de su bondad y fortaleza. 

A día de hoy, también recibe ayuda por parte de la Fundación del Buen Samaritano y de todo su equipo que apoya a diario al gran jugador.