viernes. 29.03.2024

Los líderes invictos continúan siendo los líderes invictos una semana más tras su victoria en el Nuevo Arcángel ante uno de los equipos de la zona alta de la tabla, el Cacereño, por un abultado y doloroso 5-0. Los visitantes acabaron con un jugador menos en los instantes finales del partido tras la expulsión de Kabal, en un partido con muchas interrupciones, tarjetas y sobre todo, goles.

Los de Germán Crespo continúan en una racha ganadora abrumante que parece que nadie de su categoría es capaz de parar, o al menos no lo ha conseguido hasta la fecha. Los blanquiverdes han ganado todos los partidos desde su último empate en liga ante el Tamaraceite fuera de casa, el día 3 de octubre. Eso hace un total de nueve partidos consecutivos ganando, seis de ellos de liga.

El segundo clasificado de la Segunda RFEF no tuvo nada que hacer ante este Córdoba desatado, al que si le intentas enjaular, saca las uñas y te arranca la cabeza de un zarpazo. Hasta el minuto 20 el conjunto califal parecía dormido, tranquilo en el ataque y sin crear mucho peligro. Cuando menos se esperaba, en el 23, Willy adelantaba a los suyos, con un tiro directo a la escuadra desde el centro del área, tras el pase de Simo. 

El partido parecía dominado por el Córdoba hasta que se caldeó el ambiente. En una jugada polémica, De las Cuevas soltó el brazo, golpeando en la cara de Josín. Los jugadores del Cacereño reclamaron la acción a un cuadro arbitral que no vio nada y solamente expulsó al utillero cordobista, Ismael Bolivar, por protestar. El partido ya andaba caliente y se caldeaba a cada acción e interrupción que ocurría sin mucho más fútbol hasta el final del primer tiempo.

En la segunda mitad, el Córdoba comenzó a apretar sin piedad dejando muy atrás a un Cacereño muy blando en defensa. El segundo llegaría tras un rebote en un mano a mano de Simo con Fran, que no pudo evitar que el disparo de Casas entrara en la red. En menos de un cuarto de hora, el Córdoba volvió a golpear a un noqueado Cacereño, que no pudo evitar el tercer gol de Adrián Fuentes, que no llevaba ni dos minutos en el terreno de juego.

El cuarto gol llegaría 5 minutos después, en el 66, de las botas de Willy que firmaría su personal doblete, ante un Cacereño que solo podía perseguir sombras. El conjunto califal parecía que no quería hacer más leña del árbol caído. El graderío hacía la ola a sus jugadores, completamente eufóricos por el espectáculo que su equipo estaba dando. Germán Crespo hizo rotaciones gastando todos los cambios sabiendo que todo el pescado estaba vendido.

El partido triste y duro para el Cacereño finalizaba con la expulsión de Kabal, el cual ya llevaba varios minutos pidiéndola por sus numerosas entradas. Por su parte, el Córdoba quería celebrar tal goleada por lo alto. Luismi selló en el minuto 90 la manita tras la resolución de categoría de un mano a mano. El Córdoba está encaminado a más no poder hacia el ascenso y parece ser que no tiene ningún competidor. 

Manita y golpe de autoridad del líder