jueves. 28.03.2024

En los últimos partidos el Real Madrid se está acostumbrando a mantener en vilo los corazones de sus aficionados, aficionados a los cuales no les gusta tener que sufrir hasta el último minuto para conseguir una victoria en casa. Los de Ancelotti ganaron al Rayo Vallecano en el Santiago Bernabéu en lo que es su segunda victoria consecutiva después de haber estado 42 días si ganar en casa.

Benzema y once más

El partido comenzaría con la sorpresa de Camavinga en sustitución de Modric baja por fiebre y de Asensio que sustituía al lesionado Rodrygo, relegando a Lucas Vázquez al banquillo y partiendo como lateral el actual convocado de Luis Enrique, Dani Carvajal. El Madrid comenzó dominando con un buen juego combinativo que no tardó en darle resultados, pues en un buen centro al área Benzema dejó el balón de cara a Vinicius al cual se le anularía el gol por posición adelantada del francés.

El Real Madrid ya avisaba desde el principio y en una maravillosa jugada entre Carvajal y Asensio encontraron en el hueco en el área para plantar un pase franco a Benzema que, de manera sorprendente por el nivel que tiene el francés, envió fuera con un disparo alto, en lo que pudo ser el primer gol. Este llegaría en la siguiente jugada, pues en una prolongación de Kroos peinando el balón llegaría la jugada de Vinicius que pasaría el balón a Asensio y de una forma igual a la anterior Kroos, esta vez sí, puso el balón en la escuadra del portero visitante.

Sería una tontería intentar negar el rendimiento del delantero francés y aspirante al balón de oro del Real Madrid pues es el jugador que más influye en el juego del equipo pasando el 60% de los goles de toda la temporada del conjunto capitalino por sus botas. Unas botas que son sinónimo de gol y una vez más lo demostró con su gol para poner el 2-0 en el marcador después de recibir un pase magistral desde la banda izquierda de David Alaba que parece ser el defensa en mejor estado de forma del club.

El Madrid continuó acosando el área de Dimitrievski a lo largo de la primera parte con muy poco fútbol por parte del Rayo que lo intentaba pero sus disparos iban muy centrados a las manos de Courtois o muy desviados sin peligro. El Madrid la volvió a tener en un rechace que el delantero francés no pudo aprovechar en plancha con la cabeza con Dimitrievski en el suelo. La primera parte daba a entender que podrían caerle más goles a los vallecanos que resistían como podían pero les salvó el pitido final de la primera parte.

Un nuevo bajón de intensidad y Hazard inexistente 

En la segunda parte continuo el Real Madrid su dominio durante los primeros minutos pero el físico se resentía y el Rayo Vallecano no quería irse del derbi madrileño sin marcar. Con Falcao en el banquillo tocado Bebé fue la opción. El delantero en la primera que agarró creó más peligro que el Rayo al completo en la primera parte estrellando el balón en el palo en una muy buena jugada individual. 

En ese momento comenzó el dominio de ocasiones del Rayo, con un Madrid al que le pesaban las piernas, llegaba tarde a la mayoría de duelos y se limitó a defender cerca de su área para mantener el 2-0 en el marcador hasta el pitido final. Exceptuando una gran jugada de Vinicius que de haber entrado en la portería habría protagonizado el gol del mes, el Madrid estaba falto de ideas y de creatividad. El Rayo metió más pólvora, a los tigres no les gusta estar encerrados y menos en partidos importantes como este. Falcao salió aun tocado desde el banquillo y solo necesitó tocar una vez el balón para recortar distancias en el marcador. 

Tras la prolongación de Bebé, Radamel el Tigre Falcao cabeceó el balón con la fortuna de que tocara en la bota de Mendy evitando así la parada de Courtois. Jugadas más tarde el colombiano tuvo que ser retirado del encuentro al notar un pinchazo muscular, pero su misión ya estaba cumplida, el Rayo estaba más dentro del partido que nunca.

Ante el gol Ancelotti decidió realizar cambios al ver que al equipo le faltaba controlar más el balón y dormir el partido. En ese momento entro Hazard, un Hazard que desde que entró en el campo hasta que el árbitro pitó el final no hizo nada de relevancia. El Rayo asediaba el área de Courtois hasta los minutos finales donde Tony Kroos el autor del primer gol salvó al Madrid, desde practicamente la línea de gol, del empate ante el Rayo. El balón iba a la bota de Bebé que solo tendría que empujarla pero no pudo ser y el árbitro pitó el final. El Bernabéu se quedó con un sabor agridulce en la boca, con una victoria pero de nuevo con una extraña sensación de desconexión o relajación.