Salario mínimo: 2026 comenzará en 1.184 €/mes y urge otra subida
El salario mínimo interprofesional (SMI) comenzará 2026 con la misma cuantía con la que finalizará 2025: 1.184 euros al mes en catorce pagas. La cifra quedará a la espera de un nuevo acuerdo entre el Ministerio de Trabajo y los agentes sociales, previsto para después de las Navidades.
Cuando se apruebe el nuevo incremento, se aplicará con efectos retroactivos desde el 1 de enero de 2026, como ya ha ocurrido en otras ocasiones. Para fijar la cuantía del SMI de 2026, Trabajo volverá a apoyarse en las recomendaciones del comité de expertos, que ha planteado dos escenarios en función de si el SMI tributa o no en el IRPF.
- Situación del SMI al inicio de 2026
- Recomendaciones del comité de expertos y escenarios de IRPF
- Posiciones de sindicatos y empresarios para 2026
- Reforma de absorción y compensación en la negociación
- Antecedentes de las últimas subidas del SMI
Situación del SMI al inicio de 2026
El SMI iniciará 2026 en 1.184 euros mensuales por catorce pagas, a la espera de que el Ministerio de Trabajo presente una propuesta a los agentes sociales tras las Navidades. Hasta entonces, la cuantía se mantendrá en el mismo nivel con el que termina 2025.
El incremento que se acuerde para 2026 se decidirá después de las reuniones con sindicatos y empresarios. En ese proceso, Trabajo volverá a considerar las cifras orientativas elaboradas por el comité de expertos.
Aplicación retroactiva desde el 1 de enero de 2026
Una vez aprobado el nuevo SMI, la subida se aplicará con carácter retroactivo desde el 1 de enero de 2026. Este mecanismo ya se ha utilizado en otras ocasiones para que el ajuste tenga efecto desde el inicio del año.
La decisión final dependerá del acuerdo que se alcance tras la negociación con los agentes sociales, que se retomará después del periodo navideño.
Recomendaciones del comité de expertos y escenarios de IRPF
Para calcular el SMI de 2026, Trabajo tendrá en cuenta el informe del comité de expertos, que propone dos referencias según el tratamiento fiscal del salario mínimo. El documento plantea un aumento del 3,1% si el SMI continúa sin tributar en el IRPF, o del 4,7% si pasa a tributar.
Estas recomendaciones se enmarcan en el objetivo de que el SMI represente el 60% del salario medio, conforme a la Carta Social Europea. La comisión de expertos, integrada por miembros del Ejecutivo, representantes sindicales y perfiles académicos, se creó en enero de 2021 y, para 2026, recibió el encargo de elaborar dos cifras: una con tributación en el IRPF y otra sin ella.
Subida sin tributación en IRPF (3,1%)
Si se opta por mantener el SMI exento de tributación, el 3,1% recomendado equivaldría a un aumento de 37 euros al mes. En ese caso, el SMI subiría hasta 1.221 euros mensuales por catorce pagas.
En este escenario, el punto de partida para la negociación se considera más probable, ya que el Ministerio de Hacienda se ha mostrado abierto a analizar la actualización de la deducción vigente en el IRPF para adaptarla a la subida del salario mínimo, y Trabajo defiende que el SMI quede exento de tributación.
Subida con tributación en IRPF (4,7%)
Si el SMI pasa a tributar en el IRPF, la recomendación del comité se sitúa en el 4,7%. Aplicado a las cifras actuales, ese porcentaje implicaría 56 euros más al mes, hasta 1.240 euros mensuales por catorce pagas.
Este planteamiento se relaciona con la discusión fiscal y con el encaje del incremento del SMI en el marco de las deducciones del impuesto. La cuestión de la tributación se mantiene como uno de los elementos relevantes dentro del debate entre las partes.
Posiciones de sindicatos y empresarios para 2026
Las posturas de sindicatos y empresarios difieren tanto en el porcentaje de subida como en el tratamiento del SMI en el IRPF. Mientras Trabajo se inclina por que el salario mínimo permanezca exento, las organizaciones sindicales y empresariales han defendido que el SMI comience a tributar, aunque con propuestas de incremento distintas.
Con el informe del comité ya disponible, Trabajo se reunió a mediados de diciembre con CCOO, UGT y CEOE y Cepyme para sondear el margen de acuerdo. En paralelo, se mantiene el debate sobre la reforma de las reglas de compensación y absorción en el marco de la transposición de la directiva europea de salarios mínimos al ordenamiento jurídico español.
Propuesta de los sindicatos (7,5%) y neto
Los sindicatos han planteado que el SMI empiece a tributar y, con esa base, han propuesto una subida inicial del 7,5% para 2026. Esa propuesta situaría el SMI en 1.273 euros al mes.
Según lo expuesto, en términos netos, tras el pago fiscal, el aumento se traduciría en un alza del 2,7%, hasta 1.216 euros netos al mes. No obstante, los sindicatos han indicado que rehacerían su propuesta tras conocer el informe de los expertos.
Propuesta de los empresarios (1,5%) y condiciones
Los empresarios también han defendido que el SMI tribute y han propuesto un incremento de hasta el 1,5% para 2026. Con ese porcentaje, la cuantía alcanzaría 1.202 euros brutos al mes.
Esta subida se ha planteado condicionada al cumplimiento de las reglas de absorción y compensación del Estatuto de los Trabajadores, un punto que ha ganado peso en la negociación y que se ha convertido en el principal foco de desacuerdo.
Reforma de absorción y compensación en la negociación
El eje más complejo del diálogo no se centra únicamente en la cuantía del SMI para 2026, sino en la reforma de las reglas de absorción y compensación que impulsan Trabajo y los sindicatos, con la oposición de la CEOE. El objetivo de Trabajo y de las organizaciones sindicales es evitar que determinados complementos salariales absorban la subida del SMI.
En este contexto, se ha señalado como ejemplo el caso de pluses vinculados a antigüedad o nocturnidad. El planteamiento busca que estos complementos no reduzcan el impacto efectivo del aumento del salario mínimo en la nómina.
Advertencias de CEOE y posición de Garamendi
El presidente de la patronal, Antonio Garamendi, ha advertido de que CEOE acudirá a los tribunales si Trabajo fija límites a la absorción de la subida del SMI en los pluses abonados por las empresas. En sus palabras: "Eso no se puede hacer porque el Estatuto de los Trabajadores marca que eso no es así".
Garamendi ha calificado el blindaje a la absorción del SMI por parte de los pluses como una "locura", al considerar que podría implicar que, en algunos casos, el salario mínimo aumente hasta "un 20% y un 25%". También ha afirmado que el Ministerio de Trabajo está jugando con "cosas que no son legales".
Negociación paralela y acuerdo global
Además de la subida del SMI, se discute en paralelo la reforma de las reglas de compensación y absorción, en el marco de la transposición de la directiva europea de salarios mínimos. Esta doble vía ha añadido complejidad al proceso, al coexistir dos debates con impacto directo en empresas y trabajadores.
La intención de Trabajo, en línea con lo expresado por los sindicatos, es aprobar ambas cuestiones por separado —subida del SMI por un lado y reforma de las reglas de absorción por otro—, aunque dentro de un acuerdo global. Este enfoque ha incrementado la dificultad de alcanzar un pacto a tres bandas.
Antecedentes de las últimas subidas del SMI
Por el momento, el acuerdo global para 2026 se presenta difícil. Trabajo llevará su propuesta de subida a la mesa tras las Navidades, mientras que desde UGT, su secretario general, Pepe Álvarez, ha señalado que espera que el asunto quede cerrado antes del próximo 15 de enero y que el incremento aplicado sea el 4,7%, es decir, con tributación en el IRPF.
En los últimos años, Trabajo no ha logrado un acuerdo conjunto con la CEOE para elevar el SMI y los incrementos se han pactado únicamente con los sindicatos. Aunque el Gobierno no está obligado a negociar el incremento del SMI y solo debe realizar consultas, suele intentar alcanzar un acuerdo con sindicatos y empresarios.
Acuerdos recientes sin la patronal
El Gobierno aprobó el pasado mes de febrero, con efectos retroactivos desde el 1 de enero de 2025, una subida del SMI del 4,4%, hasta 1.184 euros mensuales por catorce pagas. El incremento fue de 50 euros respecto a la cuantía fijada para 2024.
Ese aumento se acordó entre Trabajo y CCOO y UGT, sin la adhesión de los empresarios. De este modo, la subida de 2025 se pactó en solitario con los sindicatos por quinto año consecutivo, y la última ocasión en la que CEOE y Cepyme respaldaron un incremento del SMI fue en 2020, cuando pasó de 900 a 950 euros mensuales.