viernes. 19.04.2024

El plan que ha aprobado el presidente ruso será el de paralizar el empleo y cerrar los lugares de trabajo pertenecientes a determinadas regiones escogidas por el gobierno. 

La propuesta se llevará a cabo durante la primera semana de noviembre, más concretamente y como se ha podido ver en una reunión televisada, el plazo sería del 30 de octubre al 7 de noviembre, aunque se ha confirmado que podría extenderse si no mejoran los resultados. 

Para los ciudadanos, esto podrían considerarse unas vacaciones, pues el gobierno ha prometido que se pagará el sueldo correspondiente a cada trabajador que de esta forma se vea paralizado. 

Preocupados por los repuntes, en la sede de mando rusa se ha decidido otorgar a los jefes regionales una mayor libertad a la hora de "imponer medidas adicionales". Y es que el alcalde de Moscú, por ejemplo, ya ha tomado tajada de estas permisiones para anunciar el martes cuatro meses de restricciones en las que los mayores de 60 años no vacunados han de quedarse en casa.

Rusia, actualmente, está atravesando una época de gran presión sobre el sector sanitario, ha mencionado el ministro de Sanidad, Mikhail Murashko, como es de esperar en una pandemia. Presión que podemos ver reflejada, por reconocimiento gubernamental, en la poca disposición de los ciudadanos a ponerse la vacuna Sputnik V de fabricación rusa.

Putin da una semana de vacaciones pagadas para frenar los contagios