La presidenta de rectores alerta de grave crisis en universidades de Madrid
Las universidades públicas madrileñas atraviesan una situación que exige atención inmediata y compromiso institucional. Así lo ha subrayado Eva Alcón, presidenta de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), al alertar sobre la gravedad del problema de financiación que afecta directamente a la capacidad de ofrecer un servicio público de calidad. Esta problemática ha llevado recientemente a la convocatoria de una huelga universitaria de dos días en la Comunidad de Madrid, reflejando el nivel de preocupación que existe entre los rectores y la comunidad universitaria.
La falta de recursos impacta en aspectos esenciales del sistema universitario, desde la limitación de plazas en titulaciones muy demandadas, como Medicina, hasta la imposibilidad de mejorar las condiciones para atraer talento internacional. Alcón reclama, con firmeza, que el Gobierno y las comunidades autónomas aborden la infrafinanciación desde la raíz, otorgando prioridad a la educación superior como motor de futuro. El desafío no es solo regional, sino que afecta a universidades públicas en toda España, lo que hace urgente una respuesta coordinada y estructural.
Alcón insiste en la necesidad de avanzar hacia el objetivo del 1% del Producto Interior Bruto (PIB) destinado a financiación universitaria antes de 2030, siguiendo lo establecido en la Ley de Universidades (LOSU). Un paso que, según la presidenta de los rectores, es fundamental para garantizar la continuidad y estabilidad de los proyectos de investigación y para reducir la brecha existente con los estándares de la OCDE y la Unión Europea.
- La financiación universitaria en un punto crítico
- Impacto en servicios y atracción de talento
- Desafíos para la investigación y respuesta institucional
- Llamado a la acción en contextos internacionales
La financiación universitaria en un punto crítico
Eva Alcón ha alertado que la situación financiera que viven las universidades públicas de la Comunidad de Madrid se enfrenta a un punto crítico. Los rectores están "preocupados y ocupados" en entablar diálogo con la administración autonómica con el objetivo de revertir esta tendencia que, según Alcón, "hace años" afecta a estas instituciones. Expone que "no se trata de un problema puntual", sino del resultado de una carencia estructural que impide a las universidades ofrecer el servicio público al nivel deseado.
La presidenta de la CRUE recalca que las universidades necesitan una financiación adecuada para responder a la alta demanda en estudios estratégicos. Por ejemplo, las titulaciones de Medicina no admiten más plazas "porque no hay recursos suficientes para desdoblar los grupos y atender a más ciudadanía". Esta limitación repercute especialmente en los jóvenes con menores posibilidades económicas, quienes ven "frustradas sus expectativas profesionales y de vida".
Además, Alcón señala que, aunque el problema es especialmente agudo en Madrid, la financiación insuficiente afecta a universidades públicas de todo el país. Cada comunidad autónoma revisa su política de apoyo a la educación superior, mientras que la CRUE actúa como puente solo en programas estatales que requieren colaboración entre el Gobierno y las comunidades autónomas, como el programa María Goyri, destinado a la incorporación de profesores ayudantes doctor.
Impacto en servicios y atracción de talento
La falta de recursos se traduce en dificultades para incrementar la oferta académica. Alcón subraya la imposibilidad de aumentar plazas en carreras con alta demanda social, algo que limita las oportunidades formativas y profesionales de muchos estudiantes. Las consecuencias sociales de esta situación son notables, ya que afecta directamente a la equidad en el acceso a la educación universitaria.
La cuestión salarial también juega un papel clave en la competitividad internacional de las universidades españolas. La presidenta de la CRUE destaca la imposibilidad de igualar los salarios que ofrecen instituciones en países como Estados Unidos: "No podemos competir en salarios de ninguna manera", asegura. Esta brecha dificulta la realización de intercambios y la atracción de personal docente e investigador de otros países, un aspecto esencial para el prestigio académico y la innovación. A pesar de estas desventajas, Alcón apunta que las universidades españolas continúan "atrayendo talento", aunque aún existe un amplio margen de mejora frente a los países del entorno.
Desafíos para la investigación y respuesta institucional
Entre los principales retos, Alcón apela a establecer una financiación basal para la investigación. Considera esencial complementar las convocatorias competitivas con fondos estructurales para dar estabilidad y continuidad a los grupos de investigación. La dificultad para atraer personal investigador del extranjero encuentra su origen en las condiciones económicas actuales de las universidades, una situación que urge solucionar para no retroceder en la carrera científica y tecnológica.
El papel de la CRUE se centra en colaborar y fomentar el diálogo con las diferentes administraciones, siempre respetando la autonomía universitaria en sus relaciones con las comunidades autónomas. Alcón remarca la importancia de resolver los debates sobre financiación entre el Gobierno central y las comunidades, esperando que parte de los futuros fondos adicionales se destinen a fortalecer la universidad pública.
En relación al programa María Goyri, Alcón subraya la necesidad de corresponsabilidad entre las instituciones implicadas para que iniciativas de este tipo tengan éxito y consoliden la docencia e investigación en los campus.
Llamado a la acción en contextos internacionales
La presidenta de los rectores también se ha pronunciado sobre temas internacionales, como el conflicto en Gaza. Considera que no se puede "tolerar el genocidio" e insta a no "mirar hacia otro lado", especialmente en lo relativo a la ruptura de relaciones con instituciones israelíes. Alcón pone de relieve el papel de las universidades y estudiantes en la condena de "esta masacre, el genocidio que hemos tenido que vivir en este siglo".
En un contexto global, la declaración de Alcón evidencia el compromiso ético y social de las universidades públicas españolas, subrayando la autonomía de cada institución en sus posicionamientos, pero dejando claro que la indiferencia no resulta aceptable ante crisis de esta magnitud.
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