jueves. 28.03.2024

Uno de cada diez alimentos frescos tiene “graves fallos” de etiquetado, lo que “dificulta” conocer su origen, y dichos errores están relacionados, principalmente, con falta de información “básica”, con que esta es “contradictoria” o con el hecho de que, “sencillamente, es errónea”. Así lo denunció este miércoles la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en un comunicado en el que presentó los principales resultados de un estudio en el que, con el fin de verificar la correcta información sobre el origen de los alimentos que fija la legislación para todos los alimentos frescos y algunos envasados, revisó el etiquetado de 5.317 productos en 500 supermercados de 10 ciudades.

 

Del total, 4.175 alimentos eran frescos de temporada -pescados, carnes, frutas, verduras y huevos- y 1.142, envasados de los únicos cinco grupos sujetos a esta obligación: miel, aceite, lácteos, espárragos y agua mineral.

A este respecto, lamentó que en uno de cada diez alimentos frescos resultó “imposible” conocer su origen concreto por falta de información básica, porque no se leía bien, porque era “contradictoria” o porque era “errónea”, mientras que entre los cinco tipos de alimentos envasados sujetos a una normativa similar “apenas” se detectaron incumplimientos.

Entre los frescos, el mayor número de incumplimientos se registró en las carnes, sobre todo en la carne de ternera y de cerdo envasada -en un 12% de las muestras-, “normalmente” porque, según la organización, la empresa solo indicaba que era nacional, pero no precisaba el lugar concreto de procedencia, tal y como establece la ley, y otras veces solo aparecía el lugar de cría, pero no el de nacimiento y sacrificio.

PESCADOS

El pescado es otro alimento fresco con “frecuentes defectos” de información sobre su origen, detectados en un 11% de las muestras, según OCU, que puntualizó que se trata de un “problema habitual” en pescados de acuicultura donde, en lugar de indicar el país de cría, se señala la zona FAO, como si fueran de procedencia extractiva.

La asociación también encontró “frecuentes incumplimientos” en el caso de los huevos -en un 9% de las muestras- y sobre todo en los de tipo campero, donde, subrayó, “no siempre se indica el centro de envasado”.

En el caso de frutas y verduras la falta de información -detectada en un 8% de las muestras- tiene que ver sobre todo con la ausencia de datos en productos envasados por el propio establecimiento y OCU también observó “a veces” dobles indicaciones de origen, una práctica que juzgó “absolutamente irregular y confusa”.

Ante esta situación, la organización advirtió de que la falta de información sobre el origen “impide” a los consumidores “priorizar” los alimentos de cercanía y apoyar la economía local, decisiones que, según su criterio, “favorecen un consumo más sostenible”.

MÁS CONTROLES

Por ello, solicitó a las administraciones públicas autonómicas “incrementar” los controles de etiquetado en alimentos frescos y “especialmente” en algunas cadenas regionales, donde, espetó, “estos incumplimientos fueron más frecuentes”.

En paralelo, reclamó a la Unión Europea el desarrollo de una normativa de etiquetado que obligue a “aclarar” el origen de los alimentos en todo tipo de productos envasados y procesados, convencida de que “no se entiende que el consumidor pueda conocer el origen de una naranja a granel, pero no el de un zumo de naranja ni el de una mermelada de naranja”.