jueves. 28.03.2024

A partir del miércoles, 1 de septiembre, todos los peajes que hay actualmente entre Zaragoza y la costa Mediterránea y entre Francia y Tarragona, así como otros tramos que también discurren por Cataluña, tendrán que levantar sus barreras y pasarán a ser gratuitos para todos los todos.

Son unos 550 kilómetros que la gente paga a unos 58 euros y a partir de ahora se hará así hasta que haya un nuevo sistema de peajes, para 2024 como dice el Gobierno. 

Aunque desde 2018 el Gobierno ya ha liberado de peajes 652 kilómetros de la AP-1 entre Burgos y Armiñón, de la AP-7 entre Alicante y Tarragona y de la AP-4 entre Sevilla y Cádiz.

En esta ocasión, la AP-2 entre Zaragoza y El Vendrell, en la provincia de Tarragona, y del tramo de la AP-7 entre la frontera francesa y la ciudad de Tarragona. En total, 477 kilómetros. Por el primer enlace, un turismo paga 25,95 euros y por el segundo, 25,75 euros.

Esto será un acto que beneficie a todos, no solo a los de Cataluña y Zaragoza. 

La Generalitat ya ha confirmado que también levantará sus peajes este miércoles: el tramo norte de la C-32 entre Barcelona y Lloret de Mar (70 kilómetros por 5 euros) y la C-33 entre la Ciudad Condal y Montmeló (14 kilómetros por 1,7 euros).

Para las dos carreteras de titularidad estatal, la AP-7 y la AP-2, el Gobierno gastará hasta 627 millones de euros en sendos contratos de conservación viaria y en la explotación de las vías de servicio, mientras que la Generalitat destinará 23,7 millones durante los próximos cuatro años solo en garantizar la seguridad vial de estas carreteras. 

En 2019, antes de la pandemia, en torno a 13.000 vehículos circulaban diariamente por este tramo de la AP-2 y alrededor de 50.000 en la AP-7 entre Francia y Tarragona, según datos del Ministerio de Transportes.  Se espera un gasto de 1.300 millones sólo en la AP-7.  
Abertis ya ha anunciado el despido mediante un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de 348 trabajadores vinculados a todas las autopistas.

 Actualmente la red de carreteras estatal está compuesta por 12.035 kilómetros de autovías y autopistas --sin contar las administradas por ciertas Comunidades--, de los que 1.991 son de pago. En septiembre, esta cifra descenderá a tan solo 1.514 kilómetros: la AP-7 en Alicante y Murcia y en Málaga, la AP-9 y AP-53 en Galicia, la AP-46 en Málaga, la AP-51 y AP-6 en Ávila y Segovia, la AP-66 y AP-71 en León y la AP-68 entre Bilbao y Zaragoza.

Esta última, conocida como Autopista del Ebroserá la siguiente cuya concesión vencerá, aunque no será hasta noviembre de 2026.

En los 1.514 kilómetros se contabilizan otras 9 autopistas, que quebraron en la crisis y fueron rescatadas por el Estado: las cuatro radiales madrileñas, la M-12 que conecta la capital con el aeropuerto de Barajas, la M-41 que enlaza Madrid y Toledo, la AP-36 entre Ocaña (Toledo) y La Roda (Albacete), el tramo de la AP-7 entre Cartagena y Vera, y la Circunvalación de Alicante. Suman 700 kilómetros.

A todas estas vías de pago se suman dos autopistas gallegas (AG-55 y AG-57), dos vascas (AP-1 y AP-8), una navarra (AP-15) y una catalana (C-33 Sur), que, al no ser gestionadas por el Estado, no cuentan dentro de los 1.514 kilómetros