viernes. 29.03.2024

"Perdidos o desaparecidos", ese fue el inicio de una búsqueda frenética que hizo que la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) sospecharan rápidamente del padre, José Bretón quien afirmaba haber perdido a sus hijos en un parque la tarde del 8 de octubre. Un día después, la madre de los niños desaparecidos, Ruth Ortiz, interponía una denuncia por malos tratos, tras tener conocimiento de la desaparición de estos. 

El 10 de octubre, la policía procede al registro de la "Finca Las Quemadillas", propiedad de los padres de José Bretón y último lugar donde se tuvo constancia de que José y Ruth estuvieran vivos. Ese mismo día, Josefina Lamas, la antropóloga que llevaba el caso, procedía  inspeccionar la hoguera encontrando restos óseos que se encontraban en las cenizas. Finalmente, se descarta que los restos pertenezcan a humanos y concreta que son de animales. 

El  18 de octubre José Bretón es detenido como sospechoso de la desaparición de sus hijos, para que dos días después, ingrese en prisión bajo la imputación de un delito de detención ilegal y simulación de delito. En diciembre de ese mismo año, la Interpol activa la búsqueda internacional de los niños. Antes de finalizar el año, Ruth Ortiz visita a José Bretón en la cárcel en varias ocasiones, para sonsacarle el paradero de sus hijos, sin éxito alguno. 

La desesperación por la perdida de los niños se apodera tanto de la madre como de la opinión pública, celebrando en enero de 2012, una manifestación en Córdoba en la que Ruth Ortiz señala públicamente por primer vez  a su ex marido como responsable de la desaparición de los dos infantes. Dada la magnitud del caso, la Policía Nacional reconstruye hasta en 15 ocasiones la llegada de Bretón al parque donde presuntamente había perdido a Ruth y José. 

En el verano de ese año, la policía da por concluida el registro de la finca familiar de los Bretón, tras un exhaustivo análisis que parecía no dar resultado. Sin embargo, el 17 de agosto un rayo de esperanza se vierte sobre la investigación.  El antropólogo vasco Francisco Etxebarría afirma en un informe que los huesos encontrados en la hoguera de Las Quemadillas pertenecen a humanos de edades similares a las de Ruth y José. Un tercer informe sobre los restos óseos, realizado por el especialista José María Bermúdez de Castro, respaldó el de Etxebarría. 

El 6 de septiembre es oficial, un equipo de antropólogos forenses de la Universidad Complutense, encargado de elaborar el cuarto informe sobre los restos hallados en la finca, confirma que son "inequívocamente humanos" y que pertenecen a niños.

 El 16 de enero se marca sentencia, La Fiscalía solicita 40 años de prisión para José Bretón por "calcinar" a sus hijos en la hoguera; 600.000 euros en concepto de indemnización que habrá de pagar a la madre de los niños así como 165.000 por las labores infructuosas de búsqueda, y que no se le conceda a éste el tercer grado, en el caso de ser condenado, hasta que cumpla al menos la mitad de la pena que se le imponga. 

En marzo de 2015 la condena se rebajó hasta un máximo de 25 años. Es la crónica de un doble asesinato, uno de los casos más atroces de la historia de nuestro país.