Vigo todavía está de despedida. La semana pasada falleció Antonio Docampo García, con 107 años. Un vecino muy conocido por beber vino en vez de agua durante muchos años. Pero no un vino cualquiera, sino uno que el mismo seguía produciendo en Ribadavia.
"Cuando estábamos en casa, entre él y yo podíamos bebernos más de 200 litros al mes, el agua ni probarla", cuenta su hijo, Manuel Docampo López.
Otra de las curiosidades de este hombre, era que siempre se tomaba un chupito de aguardiente durante el desayuno y no tomaba ningún tipo de medicación. A sus 100 años tomó su primer medicamento forzado por una neumonía.
"Si producía 60.000 litros al año, 3.000 no le llegaban para él" asegura su hijo. "Uva pisada, vino feito y a beber", simplificaba. Desde joven ha trabajado en el campo y se ha dedicado a desarrollar su negocio "Bodegas Docampo", actualmente en manos de su sobrino Jerónimo Docampo.
