viernes. 19.04.2024

Manuel Bellido Moreno, nacido en Madrid en 1975, conocido como El Lolo, vivía en la calle Tapicería del madrileño distrito de San Blas. Con innumerables antecedentes penales ingresó en prisión en 2014 por falsificar billetes junto a Rafael Velasco, el faraón de los billetes falsos, pero escapó. Cuando salió de prisión se mudó a Cambados (Galicia) a trabajar como tapicero hasta que regresó a Madrid unos años más tarde.

Según El País, en 2015 se llevó a cabo una operación policial para acabar con la organización de la que él era el ideólogo. Detuvieron a un gran número de personas menos a él que logró escapar y pasó a ser uno de los fugitivos más buscados en España.

Con el paso del tiempo y aún en búsqueda y captura, El Lolo se asentó en el barrio de San Blas y se convirtió en uno de los vecinos más queridos. De hecho, su cariñoso apodo se lo pusieron en el barrio.

Todo son buenas palabras hacia Bellido, es muy buena persona, muy educado, además ayudaba a las ancianas, arreglaba muebles, tapizaba sillas, según explican fuentes a las que ha tenido acceso El País.

Tal y como recoge El País “en pandemia, por ejemplo, se dedicó a hacerle la compra a las mujeres mayores que estaban solas y los recados a los bares y restaurantes de la zona”. El dueño del restaurante donde desayunaba todos los días aún atónito por lo sucedido explica que “era un cliente de toda la vida, amable y normal, que llevaba aquí ya mucho tiempo”.

Su detención se produjo tan solo 48 horas después de que la Policía Nacional publicara el pasado lunes la lista de los 10 delincuentes más buscados. Rápidamente una mujer lo reconoció en la foto -aunque había cambiado un poco- y acudió a la Brigada Móvil del Metro de Madrid.

Agentes de las Unidades de Prevención y Reacción (UPR) tuvieron que intervenir junto a la Policía Nacional el pasado miércoles porque los vecinos no paraban de arrojarles objetos para impedir la detención del Lolo.

Manuel Bellido, es una persona muy querida en el barrio, sin embargo, agentes del grupo de Fugitivos de la Policía Nacional hablan de él como un delincuente “escurridizo”. Como recoge El País, durante un tiempo estuvieron muy cerca de él, pero todo cambió cuando rompió con su mujer ya que el Lolo era como un fantasma, no trabajaba legalmente y no tenía nada a su nombre.

El detenido, había conseguido producir decenas de miles de euros falsos y documentos que intercambiaban en su organización. Una organización formada por una comunidad de etnia gitana, muy hermética y con ramificaciones familiares por todo el país, lo que dificulta mucho el trabajo de los agentes y por ello decidieron meterlo en la lista de los fugitivos más buscados.

El fin de Manuel Bellido Moreno ha llegado con su entrada en prisión del Soto del Real dejando triste a un barrio que no era conocedor de los antecedentes de su tan querido vecino.

El fugitivo más buscado de España hacía comidas y recados a las ancianas