viernes. 29.03.2024

Las guerras siempre dejan personas afectadas física y psicológicamente. Se dice que en las guerras no hay ganadores, solamente perdedores, pero quien acaba siempre perdiendo más son los civiles que tienen que huir de sus hogares para huir de la guerra. Este ha sido el caso de muchos españoles que han sido rescatados de Ucrania cuando la guerra estalló, españoles que por diversos motivos estaban en el territorio donde de la noche a la mañana comenzó el conflicto.

Son más de cien los españoles que desde Cracovia, Polonia, fueron evacuados de Ucrania hasta España en avión. Estos por fin llegaron a Madrid, donde eran recibidos por el Ministro de Exteriores Juan Manuel Albares, ahora ya seguros, pero habiendo pasado por todo un calvario.

Entre todos ellos muchas historias, como la de 55 horas de suplicio y tensión para Lluís Cortés, el entrenador de la selección ucraniana femenina de fútbol. El técnico consiguió salir por fin ayer de Ucrania donde la guerra no deja espacio alguno para la paz. La pareja del entrenador, junto a su familia lo recibieron en Barcelona. El entrenador recalcó que ellos han podido escapar pero, por desgracia, "la pesadilla sigue allí".

Lluís junto a su compañero del cuerpo técnico Jordi, se sienten unos privilegiados de haber podido escapar de Kiev, una escapada que todos pudimos apreciar mediante redes sociales, en una odisea por carretera y tren narrada en primera persona por ellos, mientras todos manteníamos la respiración.

Son privilegiados, por haber huido de un conflicto tan grave, por salir del infierno de las bombas y los búnkers, aunque no todos han tenido la misma suerte, pues ahora la máxima preocupación de Lluís y Jordi son sus jugadoras y miembros del equipo que se han quedado allí.

En otra de las historias emotivas se encontraban una madre con su hijo recién nacido de tan solo 4 días en brazos, este nació justamente cuando comenzó la evacuación de los civiles españoles, por suerte ya está a salvo en tierras españolas. Junto a estos, una embarazada que también se encuentra en periodo de gestación, en una clara metáfora de la vida anteponiéndose a la destrucción y muerte de la guerra.

Gracias al convoy protegido personas como Vicente consiguió volver a su casa tras haberse llevado una sorpresa bastante desagradable. Vicente fue a Ucrania para disfrutar del casamiento de su hija, uno de los momentos más emocionantes para un padre se convirtió en una catástrofe. Para cuando llegó se encontró que había explotado el conflicto bélico, ahora por suerte está en tierras españolas, sano y salvo.