RSF España en su balance de 2025: Israel supera límites contra la prensa en Gaza
Reporteros Sin Fronteras España (RSF España) ha puesto nombre al año informativo tras hacer balance de 2025: "Israel rompe en Gaza todos los límites de las vulneraciones a la libertad de prensa". El diagnóstico forma parte de la valoración anual de la organización sobre el estado del periodismo y sus condiciones de ejercicio.
La vicepresidenta de RSF España, Edith Rodríguez Cachera, ha expuesto estas conclusiones en una entrevista concedida a Europa Press, centrada tanto en lo ocurrido durante el ejercicio como en los desafíos que se perfilan para 2026.
En esa revisión, la ONG sitúa el foco en el deterioro del clima público, el aumento de la presión sobre los profesionales y el impacto de las plataformas digitales, además de señalar avances y frenos en el marco normativo y en los indicadores que conforman la Clasificación Mundial de Libertad de Prensa.
- Balance de RSF España sobre 2025
- Alertas en España: polarización y acoso
- Retos para 2026: reglas europeas y ley anti-SLAPP
- Posición de España en la clasificación de RSF
- Desinformación y hostilidad en plataformas
Balance de RSF España sobre 2025
RSF España ha resumido su lectura del año con una frase que, a su juicio, concentra el principal hito informativo de 2025: "Israel rompe en Gaza todos los límites de las vulneraciones a la libertad de prensa". La organización enmarca esa afirmación dentro de una evaluación más amplia sobre la seguridad y las garantías del trabajo periodístico.
En la entrevista con Europa Press, Edith Rodríguez Cachera aborda, además, los factores internos que han condicionado el oficio y los temas que deberían ocupar la agenda pública durante 2026. El balance combina advertencias sobre el entorno social con referencias a reformas legales y a tendencias que afectan al sector.
Alertas en España: polarización y acoso
Al ser preguntada por las señales de alarma en España en 2025, Rodríguez sostiene que "la polarización se contagia a medios cada vez más politizados sin disimulo y dispara el odio a los periodistas". En su análisis, esa dinámica influye tanto en determinados discursos públicos como en la relación entre parte de la ciudadanía y los profesionales de la información.
La vicepresidenta de la ONG identifica dos expresiones principales de ese clima: las acciones judiciales "abusivas" y las agresiones durante coberturas de manifestaciones. En ese contexto, subraya el aumento de demandas por revelación de secretos y difamación dirigidas a periodistas, así como los ataques a reporteros a pie de calle durante protestas.
Retos para 2026: reglas europeas y ley anti-SLAPP
De cara a 2026, Rodríguez sitúa como prioridad la aplicación completa del Reglamento Europeo sobre la Libertad de los Medios de Comunicación, "especialmente en lo que respecta a la transparencia en la propiedad y subvenciones y publicidad institucional". Para RSF España, ese despliegue resulta clave para reforzar controles y garantías en el ecosistema mediático.
En paralelo, plantea que el propio sector avance en autorregulación mediante acuerdos entre medios sobre códigos éticos y límites comunes. También insiste en que la denominada ley anti-SLAPP (Strategic Lawsuits against Public Participation o Demandas Estratégicas contra la Participación Pública) "debe implementarse y ser sancionadas las acciones legales abusivas contra periodistas".
Posición de España en la clasificación de RSF
Sobre la mejora de España en la Clasificación Mundial de Libertad de Prensa de RSF, hasta su mejor posición histórica, la vicepresidenta afirma que "España mejora por méritos propios legales". Entre los elementos citados se encuentran el respaldo al reglamento europeo de medios y el plan de medidas para su implementación, además de la aprobación de la ley de secreto profesional.
Rodríguez añade que el ascenso también se explica por la seguridad de los periodistas, al registrarse "pocas agresiones en un contexto mundial de muchas", y por un "clima social que no restringe la libertad de prensa por motivos religiosos, de género, etc. y "también porque el deterioro del resto del mundo es abrumador". En ese marco, concluye: "En ese marco, España es hoy un país, con todas sus limitaciones, favorable al ejercicio del periodismo libre".
Junto a esas mejoras, RSF España señala que el componente económico continúa pesando negativamente. Según Rodríguez, "el indicador económico ha lastrado tradicionalmente" la posición del país y "este año no ha sido menos": aunque sube algo más de un punto —"especialmente por el abrupto descenso de otros países"— sigue siendo el peor valorado de los cinco, con varios años por debajo de 60 puntos sobre 100.
En el ámbito legal, el indicador correspondiente baja tres puestos, del 14º al 17º. La vicepresidenta atribuye parte de ese retroceso a la "eterna demora" en la derogación de los preceptos más controvertidos de la Ley Mordaza y de los llamados "delitos de opinión" (ofensa a los sentimientos religiosos, injurias a la Corona, etc.), elementos que, a su juicio, frenan el desempeño del país.
Rodríguez también critica la modificación de mayorías parlamentarias promovida por el Gobierno para cambiar la elección de la presidencia y el consejo de administración de RTVE, al entender que contraviene el espíritu del Reglamento Europeo de Libertad de Medios, con el que el Ejecutivo se ha comprometido. En cuanto a la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como 'Ley Mordaza' por sus detractores, califica de "vergonzoso que hayan pasado diez años desde su adopción, ocho desde que el Gobierno se comprometiera a derogar sus artículos más polémicos y estos sigan en vigor".
Sobre la reforma de la Ley de Secretos Oficiales, advierte de que "incluye excepciones de seguridad harto preocupantes para la libertad de prensa". Además, expresa inquietud por la "tesitur"a descrita en el juicio al ex fiscal general del Estado, al considerar "muy preocupante" que se haya "minusvalorando su testimonio exculpatorio por negarse a revelar sus fuentes que apuntaban a otros culpables".
Desinformación y hostilidad en plataformas
En el terreno digital, Rodríguez alerta de que "el odio al periodista y su descrédito no dejan de crecer, alimentado en las plataformas digitales, que tienen sus propios intereses en términos de (des)información". A su vez, sostiene que ese fenómeno termina permeando en el sistema mediático, al indicar que "El problema es que los propios medios españoles caen en esa dinámica de forma general y los periodistas, de forma individual".
En su opinión, "la necesidad constante de opinar sobre todo en redes, de alimentar la crispación debe ser una decisión que evalúen en profundidad medios y periodistas". Y avisa del desgaste reputacional que provoca el enfrentamiento entre cabeceras: "En la guerra de unos medios contra otros no gana nadie. Todo el crédito de la profesión se va por el sumidero de un lodazal que espanta a la ciudadanía".
La expansión de la inteligencia artificial en medios y plataformas, añade, facilita la creación de contenidos falsos cada vez más creíbles, algo que RSF España considera "muy peligroso". En ese sentido, defiende que "Las redes sociales son espacios públicos de facto en manos privadas. Espacios de uso público sin legislar. Deben ser legisladas a la mayor brevedad".
Rodríguez insiste, por último, en que "en la batalla de la politización no gana nadie" y resume el impacto en el conjunto del oficio: "Perdemos todos. Toda la profesión. Es hora de que el sector 'deje las armas', se siente a dialogar y todos los medios consensuen límites y líneas rojas. Tenemos que defender el periodismo y reivindicar los mismos valores sobre los que se asienta todos a una. En un año en el que honramos el espíritu dialogante de la Transición, no se me ocurre mejor inspiración".