Ucrania emplea hasta ocho tipos de drones de los últimos tres años contra Rusia
MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
La guerra en Ucrania ha subrayado el papel central de los drones en los conflictos actuales. Su eficacia, su coste relativamente bajo y el amplio margen para innovar han acelerado su adopción a gran escala. Además, el concepto de vehículo no tripulado se ha extendido más allá del aire, con sistemas también en el ámbito terrestre y marítimo para misiones operativas concretas.
Una de las claves de su expansión ha sido un ciclo repetido de mejora: diseñar el sistema, probarlo directamente en el frente, ajustar el modelo según los resultados y devolverlo al campo de batalla. Este enfoque permite adaptar capacidades en cuestión de meses y facilita la incorporación de nuevas tecnologías en un entorno que cambia con rapidez.
Las Fuerzas Armadas ucranianas sitúan en al menos 215.000 los objetivos alcanzados mediante drones solo durante el verano de 2025. Para ese mismo año, el país ya estaría en condiciones de producir diez millones de drones al año, una cifra que le daría margen para el autoabastecimiento y la exportación, de acuerdo con un informe del Instituto de la Escuela Económica de Kiev, recogido por Europa Press.
El documento describe un ecosistema en el que Ucrania emplea hasta ocho tipos distintos de vehículos no tripulados. Todos estos sistemas habrían surgido en los últimos tres años, en el contexto de la invasión rusa.
- Panorama del uso de drones en Ucrania
- Drones unidireccionales de largo alcance
- Drones marítimos
- Drones de alcance medio
- Drones aéreos de vigilancia y reconocimiento
- Drones multirrotor
- Drones FPV (vista en primera persona)
- Drones interceptores
- Drones terrestres
Panorama del uso de drones en Ucrania
El informe del Instituto de la Escuela Económica de Kiev dibuja un escenario de rápida diversificación. La adopción de drones no se limita a una sola categoría: se despliega en plataformas con alcances, cargas y funciones distintas, desde ataques a larga distancia hasta tareas logísticas y de evacuación.
Este crecimiento se apoya en el ajuste continuo de los diseños y en la producción a gran escala. La combinación de experimentación en combate y capacidad industrial explicaría la aparición de múltiples modelos operativos en un periodo corto.
Drones unidireccionales de largo alcance
Las Fuerzas Armadas ucranianas empezaron a emplear drones unidireccionales de largo alcance en 2022. En esa fase inicial, además de ataques, se asignaron a una función básica: el transporte de munición, sin un nivel alto de sofisticación tecnológica.
La evolución fue acelerada y, en 2024, estos sistemas alcanzaron con éxito 3.776 objetivos. En la actualidad, la capacidad de producción superaría los 33.000 drones al año, con un coste de más de un millón de dólares por unidad.
Su alcance varía entre 300 y 2.000 kilómetros, mientras que el peso de la ojiva oscila entre ocho y 250 kilos. Esta combinación permite proyectar fuerza sobre más del 25% del territorio controlado por Rusia.
Los objetivos priorizados incluyen depósitos militares, puestos de mando, industria de defensa, aeródromos, centros logísticos y la industria petrolera, considerada clave por su aporte de combustible y financiación al Ejército ruso.
Drones marítimos
Los drones marítimos ucranianos suelen integrar cámara, sistemas de control y navegación por satélite, además de una ojiva de una tonelada. Existen variantes con cámaras traseras, radares o sensores acústicos.
El armamento puede variar: algunas plataformas incorporan explosivos y otras misiles de corto alcance. Esta flexibilidad les permite atacar no solo embarcaciones, sino también objetivos terrestres y aéreos.
Su rango operativo llega hasta 1.600 kilómetros y su coste puede alcanzar los 300.000 dólares. Según los datos recopilados por el Instituto de la Escuela Económica de Kiev, estos drones han dañado o destruido al menos 21 embarcaciones rusas.
Drones de alcance medio
En esta categoría, el rango de acción se sitúa entre 20 y 200 kilómetros. Normalmente transportan distintos tipos de munición y se emplean para destruir vehículos, sistemas de defensa antiaérea o radares.
Ucrania ha desarrollado más de diez modelos de drones de alcance medio. Su coste se mueve entre 1.200 y 50.000 dólares, y todos se encuentran operativos en el campo de batalla.
Drones aéreos de vigilancia y reconocimiento
Estos sistemas son esenciales para aportar información sobre la situación de los objetivos y del enemigo, y para facilitar ataques guiados, entre otras tareas. En las zonas de combate, casi entre el 80% y el 90% de los objetivos se identifican mediante drones de este tipo.
Desde comienzos de 2022, la industria ucraniana habría desarrollado más de 35 modelos de vigilancia y reconocimiento. Los costes se sitúan entre 1.500 y 400.000 dólares.
Drones multirrotor
Las Fuerzas Armadas ucranianas recurren a drones multirrotor para compensar la falta de artillería en el frente. Pueden transportar hasta 15 kilogramos, pero suelen operar por la noche debido a su tamaño y, por tanto, a su menor discreción.
El alcance depende del tipo de comunicación, por radio o satélite, y del peso de la carga. De forma habitual puede llegar hasta 60 kilómetros, con enfoque contra refugios y edificios. La industria ucraniana produjo 30.000 unidades en 2024, con un coste estimado de entre 5.000 y 25.000 por unidad.
Drones FPV (vista en primera persona)
Los drones FPV cuentan con un rango operacional de hasta 40 kilómetros. La industria ucraniana tendría capacidad para producir entre ocho y diez millones de unidades al año, con un coste de entre 700 y 2.000 dólares por unidad.
Entre sus objetivos prioritarios figuran refugios y vehículos, armados o no. También se utilizan en tareas logísticas, como el reparto de suministros, y en funciones de comunicación, incluyendo retransmisiones para otros drones. En la práctica, han evolucionado hacia plataformas multipropósito.
Drones interceptores
Los drones interceptores se orientan, de forma prioritaria, a derribar drones de reconocimiento y vigilancia y también aquellos que transportan munición. Su rango de operaciones es de unos 30 kilómetros y su coste se sitúa entre 800 y 7.000 dólares por unidad.
El informe destaca que el coste es reducido en comparación con el daño que generan al destruir objetivos que suelen llevar equipos caros, como comunicaciones de largo alcance, sistemas de navegación o componentes asociados a artillería.
No se aportan cifras completas de rendimiento. Aun así, el Instituto de la Escuela Económica de Kiev señala que, en octubre de 2024, las interceptaciones no superaban varios cientos al mes, mientras que para el verano de 2025 la cifra habría subido hasta mil al mes.
Drones terrestres
La producción de drones terrestres aumentó de 2.000 unidades en 2024 a 15.000 en 2025. El coste varía entre 1.000 y 60.000 dólares según el modelo. En la actualidad existirían más de 280 tipos, según el informe del think tank.
Estos sistemas apoyan tareas logísticas como el transporte de munición, alimentos y bebida, además de la colocación de minas, actividades que suelen implicar riesgos relevantes para el personal humano. También se emplean en la evacuación de heridos.