Las 10 tendencias clave de moda para primavera-verano 2026

Chanel

La primavera-verano 2026 llega con una sensación clara de cambio de etapa. Los numerosos debuts en las direcciones creativas de grandes casas convierten la temporada en un momento de transición, donde se afianzan ideas que ya venían fuertes, pero con una energía distinta.

Ese giro se nota en el ambiente general: más ligereza, más ganas de jugar y un optimismo que se lee en las colecciones vistas en pasarela. Las propuestas para la primavera-verano 2026 se presentaron en Nueva York, Londres, Milán y París del 11 de septiembre al 7 de octubre de 2024.

En conjunto, la silueta de la “working girl” se suaviza y se vuelve más actual y juvenil. Los looks se animan con superposiciones, volúmenes grandes, transparencias, brillos y tejidos fluidos que ganan protagonismo.

  1. Traje sastre, pieza clave
  2. Corte reloj de arena
  3. La falda con godets
  4. Maxi & mini
  5. Hebilla  XXL
  6. El sujetador es protagonista
  7. Jersey sobre los hombros
  8. Tonos "nude"
  9. El polo a rayas
  10. La espalda brilla

 

Traje sastre, pieza clave

Como pieza base del armario femenino y símbolo de una mujer con seguridad, el traje sastre vuelve a escena, pero con un enfoque más ligero y menos solemne. La idea general es hacerlo más fresco, con un punto casi desenfadado.

En Chanel, la chaqueta cruzada se acorta y se combina con una falda envolvente con bordes sin rematar. En Dior, la famosa chaqueta “bar” también se reduce y se acompaña de una minifalda plisada.

La misma lógica aparece en Max Mara, donde la chaqueta se queda corta y se cierra con un cordón elástico. La falda baja de cintura y, a menudo, deja ver la ropa interior, un gesto desinhibido muy asociado a la generación Z.

Corte reloj de arena

El llamado corte reloj de arena se cuela en muchas prendas, sobre todo en chaquetas, abrigos y vestidos. La línea aparece con un aire redingote, como en Mugler, marcando la cintura y dando protagonismo al equilibrio entre hombros y caderas.

La fórmula se basa en ceñir el centro del cuerpo y redondear volúmenes en los extremos. En Loewe, esa forma se traslada a chaquetas de cuero.

También hay interpretaciones más extremas: Anrealage llega a convertir un polo gigante en una pieza con esta silueta. Y con los vestidos con miriñaque, vistos en varios desfiles, se refuerza ese interés por el pasado y por la moda de época del siglo XVIII.

Falda con godets

La falda con godets, clásica por su movimiento ondulante, vuelve con un aire más joven. La clave está en cómo se construye: grandes volutas de tejido que aportan ritmo y una sensación muy viva al caminar.

Aparece en versiones largas que se ajustan primero y luego se abren en una corola con ondas, y también en formatos más cortos, tipo patinadora. En paralelo, las faldas en general están por todas partes: lápiz, con volantes, globo, slim, con abertura o hechas por paneles.

Muchas de estas propuestas juegan con estampados de fantasía o colores intensos, con un enfoque casi escultórico. En Bottega Veneta, incluso aparecen flecos reciclados que refuerzan ese carácter de pieza con presencia.

Maxi y mini

El maximalismo de la temporada anterior no desaparece: siguen los detalles y accesorios XXL. La novedad es que ahora convive sin problema con el extremo contrario, con prendas mínimas que reducen la parte superior a boleros, crop tops o incluso sujetadores.

Las referencias a los años ochenta y noventa son evidentes en ese juego de proporciones. Además, las faldas y los shorts ultramini dominaron muchas pasarelas, de Prada a Versace, reforzando un espíritu veraniego y relajado.

La mezcla dentro de un mismo look también se vuelve habitual: Balenciaga reduce una camiseta y, a la vez, amplifica una falda. Y el talle sigue bajando, hasta dejar el ombligo a la vista de forma directa.

Hebilla XXL

Dentro de ese pulso entre lo grande y lo pequeño, la hebilla del cinturón se hace gigante en Zomer, Rabanne o Vaquera. El cinturón se convierte en una obsesión que atraviesa los looks y se lleva bien visible.

La colocación importa: se marca el talle muy bajo mientras se redefine la silueta. El resultado es funcional, pero también lúdico, como si el accesorio tuviera el peso de una pieza principal.

En Acne Studios, el cinturón bordea un pantalón a lo largo de las piernas, cambiando la lectura del patrón. Y la falda ceñida con cinturón apunta a ser uno de esos básicos que se repiten durante todo el próximo verano.

El Sujetador es protagonista

Después de poner la atención en las bragas la temporada pasada, ahora el foco se desplaza al sujetador. Para el próximo verano, se plantea como prenda protagonista, no solo como parte de un conjunto interior.

Se combina con bikini, aparece en versión lencera o funciona como top por derecho propio. Además, se ve en todo tipo de materiales, incluidos cuero o piel sintética, como se atreve Givenchy.

En Hermès, el sujetador se remata con un pañuelo, lo que cambia por completo el tono del conjunto. La idea general es clara: su presencia se vuelve constante en el guardarropa.

Jersey sobre los hombros

El pequeño jersey, mejor si es gris, se perfila como el accesorio estrella del próximo verano. Vuelve a colocarse sobre los hombros con un aire ochentero y un punto preppy deliciosamente "old-fashioned", tal y como se vio en Bottega Veneta.

La clave está en apropiarse del gesto y darle un giro actual. En Loewe, el jersey se usa para cubrir el pecho, sustituyendo al top.

Acne Studios lo sujeta al cuello gracias a aberturas tipo ojo de buey en las mangas. N°21 lo transforma en un par de mangas que se enrollan alrededor del cuello como si fuese una bufanda.

En MSGM, solo se cierra el primer botón. En Versace, se anuda a la cintura y, en Tom Ford, se enrolla al cuello, muy chic, tono sobre tono, sobre un traje blanco.

Loewe

Tonos "nude"

Aunque las pasarelas se llenan de color, una gama neutra y calmada también gana terreno. Por eso, los tonos "nude" se abren paso como base del armario del próximo verano.

Cuesta encontrar colecciones sin varios looks en beige, rosa empolvado o color carne. Esta familia de tonos, ligada tanto a la cosmética y al tocador como a materias primas, se interpreta como sinónimo de refinamiento por su sencillez.

El camel deja de estar reservado al trench y se expande a todo tipo de prendas, incluidos vestidos de noche con un punto suntuoso. Además, el "nude" se trabaja en materiales muy distintos, desde muselina hasta látex.

La espalda brilla

Los efectos sorpresa siguen seduciendo a los diseñadores, y esta vez la espalda se convierte en el gran punto de atención. Se desnuda de golpe, se insinúa o sirve para dar una segunda identidad a las prendas.

En Vetements, los looks se presentan del revés, muchas veces reducidos a lo esencial (lencería y medias). Esa inversión del punto de vista cambia la lectura completa del estilismo.

En Niccolò Pasqualetti, una camiseta se transforma en chaqueta. En McQueen, la espalda aparece a través de recortes inesperados y, en Courrèges, las faldas son cortas por delante y maxi por detrás.

Vetements

 

Polos multicolores

El polo se coloca como esa pieza práctica con la que es fácil acertar. Llega con rayas multicolores, finas o gruesas, y se plantea como un básico con fantasía, válido tanto para la playa como para la ciudad.

En Lacoste, donde es la prenda principal, se propone en un formato amplio. En Issey Miyake, toma un volumen abullonado y arrugado que cambia la silueta.

Rabanne lo combina con una minifalda de chapa dorada, reforzando el contraste entre lo deportivo y lo brillante. El resultado es un polo con intención, pensado para repetirse todo el verano.