Moda en Nochevieja: elige tu vestido de lentejuelas, terciopelo o satén
Diciembre entra con fuerza y el calendario se llena sin aviso: cenas, brindis, planes de última hora y mensajes que piden un look a la altura. La Nochevieja no espera, y el vestido perfecto suele ser la decisión que más se alarga.
Entre terciopelos que se ven sofisticados, satén con aire lencero y superficies que parecen hechas de luz, elegir se vuelve un juego de intuición. A veces manda el tipo de fiesta (más formal o más de pista), otras veces manda la actitud.
La clave para empezar el año con seguridad está clara: elegir un vestido que encaje con la personalidad y atreverse. Ese “sí” al propio estilo es, muchas veces, el mejor plan de la noche.
6 vestidos de moda para Nochevieja
Esta selección reúne 6 propuestas de tendencia para brillar en la última noche del año: desde opciones limpias en terciopelo o satén hasta versiones con lentejuelas, plumas o detalles joya, sin olvidar el comodín eterno del vestidito negro. Son las recomendaciones de Vogue para entrar en el Año Nuevo con estilo.
- Vestido de Nochevieja con lentejuelas
- Vestido de Nochevieja de terciopelo
- Vestido de Nochevieja de satén
- Vestido de Nochevieja brillante o con detalles joya
- Vestido de Nochevieja negro
- Vestido de Nochevieja con detalles peludos o plumas
- Lentejuelas para una noche de efecto
- Terciopelo: el clásico de invierno que nunca falla
- Satén en Nochevieja: el giro lencero más deseado
- Brillo y detalles joya para subir el nivel
- Little black dress: el as bajo la manga
- Plumas y efecto peludo: el toque más tendencia
Lentejuelas para una noche de efecto
Si hay una fecha para llevar lentejuelas, es esta. Un vestido cubierto de brillo convierte cualquier plan en un momento especial y asegura presencia desde el primer brindis.
La elección del tono cambia el mensaje del look: negro o azul para un aire más elegante; rosa, dorado o plateado cuando lo que apetece es un resultado deslumbrante. La idea es simple: dejar que el color hable por la personalidad.
Terciopelo: el clásico de invierno que nunca falla
El vestido de terciopelo sigue siendo uno de los grandes imprescindibles del armario de invierno. Funciona en versión corta o larga, y encaja sin esfuerzo en una celebración de Nochevieja.
Para esta noche, vale tanto el negro como los colores en tendencia. También hay espacio para tonos más vivos, sobre todo si se rematan con un detalle inesperado que eleve el conjunto sin complicarlo.
Satén en Nochevieja: el giro lencero más deseado
La pasarela y el street style lo han dejado claro: el vestido lencero ya es un básico, capaz de pasar del día a la noche con facilidad. Su punto fuerte está en ese acabado fluido que estiliza sin rigidez.
Se adapta a muchos planes y a muchos zapatos, desde opciones planas hasta tacón o sandalias para una boda a finales de verano. En Nochevieja, la propuesta pasa por un modelo en tonos fucsia brillante, como el que luce Vittoria Ceretti bajo la piel de oveja burdeos de Bu
Brillo y detalles joya para subir el nivel
Brillos y lentejuela vuelven a escena con un objetivo: hacer la noche más especial. En Nochevieja, el exceso se convierte en el código no escrito que mejor funciona.
Hay opciones plateadas cubiertas de perlas, y también versiones más discretas con pequeños toques en zonas clave, como el escote. El resultado suma luz sin renunciar a la elegancia.
Little black dress: el as bajo la manga
No existe ocasión señalada en la que el little black dress no tenga hueco. Con manga larga o tirantes finos, minimalista o con bordados, siempre ofrece una salida segura cuando urge decidir.
La diferencia la marcan los complementos: medias de encaje, zapatos de piel o bolsos de fantasía que cambian el registro en segundos. Es un look que permite jugar sin perder sofisticación.
Plumas y efecto peludo: el toque más tendencia
El vestido "peludo" entra en la lista por mérito propio, empujado por el furor actual por las texturas con pelo. Para Nochevieja, es una apuesta llamativa que se mueve entre lo divertido y lo glamuroso.
Puede aparecer como un detalle de piel de oveja o como plumas de colores. La regla práctica es clara: que el vestido resulte cómodo y, a la vez, mantenga ese punto elegante que pide la noche.