miércoles. 24.04.2024

Desde comienzos del año 2022, el continente europeo está viviendo un periodo de guerra tras la invasión de Rusia a Ucrania. Este contexto, trae consigo muchas consecuencias entre las que destaca el tema del momento. El ahorro energético. Este ahorro, es el esfuerzo que se ha de hacer desde los países de la OTAN para convivir con la dependencia del gas ruso y las sanciones impuestas desde occidente al Kremlin.

El pasado 4 de agosto, Rusia cortó el gas a Hungría, Eslovaquia y República Checa, con el Kremlin argumentando que no podía recibir el pago correspondiente de dichos países al suministro de gas por las sanciones occidentales. No obstante, el suministro ya ha sido reestablecido y comenzará a estar operativo al 100 % pronto. Además, Alemania ya ha mostrado su disconformidad con el Kremlin por afirmar que un gaseoducto del Nord Stream está averiado, afirmando que las sanciones no incluyen la correcta reparación del gasoducto.

Ante esta situación, tanto EEUU como Europa, ya han comenzado a desplegar sus alternativas al gas ruso. Han tenido que contactar con países como Azerbaiyán, un país con enormes censuras a la oposición política, con Venezuela, más de lo mismo, o con Arabia Saudí, cuyo rey es el principal acusado por la CIA de asesinar al periodista Jamal Khashoggi en octubre del año 2018. De hecho, el presidente francés, Emanuel Macron se reunió con él recientemente en el Elíseo y la sociedad francesa recibió muy mal dicha reunión.

EEUU y Europa negocian con países autoritarios la alternativa al gas ruso