viernes. 17.05.2024

Regina no nació el día de ese fatídico encuentro, técnicamente, porque Catherine estaba muriendo después de cuatro días de parto. Al no poder permitirse una cesárea, ese podría haber sido el final si no fuera por Aly Hogarth-Hall, entonces de unos 20 años, que estaba visitando el hospital desde una organización benéfica cercana.

Logró adquirir las 70 libras que costó la cirugía en 1993 y formó un vínculo estrecho con Catherine y su nueva bebé Regina, pero perdió el contacto.

Luego, hace 18 meses, mientras Catherine y Regina se preparaban para ir a trabajar a bordo de una organización benéfica llamada Mercy Ships, que opera un barco hospital en la costa de Sierra Leona, pudieron ver a Aly, que ahora tiene 52 años, mientras subía a bordo para un período de trabajo voluntario.

“Ver a Catherine de nuevo es realmente muy surrealista”, dijo Aly, quien trabaja con ella en el comedor mientras Regina se ocupa de las tareas de enfermería. "No es algo que hubiera esperado hasta que volvimos a establecer contacto, hace aproximadamente 18 meses, así que fue abrumador".

“Simplemente sollozamos. Lloramos y lloramos”, añadió rápidamente Catherine. “La enfermera me dijo que ella moriría y que el bebé moriría”, recuerda Aly.

Aly informó a un colega, el anestesista británico Dr. Keith Thomson, que formaba parte de su grupo de gira, quien pagó la cirugía. “Entonces las enfermeras se me acercaron y me explicaron: 'Mira, estos extraños que vinieron van a pagar tu cesárea'”, recuerda Catherine.

Si bien visitar a Catherine en el hospital fue bastante fácil, perdieron el contacto cuando Aly regresó a su casa en Nueva Zelanda y Regina obtuvo asilo en Australia. Catherine siguió a Regina hasta allí y ambas se convirtieron en enfermeras, inspiradas por Aly.

Se quedaron en Perth, Australia, pero Catherine regresa regularmente a Sierra Leona para servir a su comunidad local e incluso recaudar fondos para fundar su propia escuela.

La pareja pasará el próximo mes como voluntaria a bordo del Mercy Ship mientras la tripulación del barco realiza cirugías y capacita a más de 200 profesionales de la salud de Sierra Leona. Su vínculo sigue siendo tan fuerte como siempre y esta vez no tienen planes de perder el contacto nunca más.

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