sábado. 18.05.2024

Corría el año 2009, y Brenda Rivera esperaba simplemente animar a su amiga con el consejo del Señor de "no hagas nada por ambición egoísta o vanagloria", pero en lugar de eso animó a un completo desconocido llamado Isiah Stearns.

Isiah respondió: "Amén a eso, ¿quién es?" y Brenda se dio cuenta rápidamente de que se había equivocado de número, por lo que se disculpó. Pero Isiah lo vio de otra manera. Cuando una mujer envió un mensaje de texto con un versículo bíblico edificante al número equivocado, no podía imaginar a lo que conduciría este pequeño percance.

Corría el año 2009, y Brenda Rivera esperaba simplemente animar a su amiga con el consejo del Señor de "no hagas nada por ambición egoísta ni por vanagloria", pero en lugar de eso animó a un completo desconocido llamado Isiah Stearns.

Isiah respondió: "Amén a eso, ¿quién es?" y Brenda se dio cuenta rápidamente de que se había equivocado de número, por lo que se disculpó. Pero Isiah lo vio de otra manera. Le dijo que vio a alguien intentando ayudarle en su camino con Dios, y resolvió no dejar pasar el suceso en silencio.

Al día siguiente la llamó, lo que dejó a Brenda "un poco espeluznada", pero que sin embargo esperaba que el desconocido le dejara un mensaje de voz -lo que hizo- diciendo que el versículo de la Biblia realmente le alegró el día.

"Me di cuenta de que era muy sincero. Así que decidí llamarle", cuenta Brenda, y añade que se enteró de que vivía a sólo 50 minutos de sus padres y su hermana, en Ohio. "Le dije que quizá podríamos vernos cuando visitara a mi familia. Tuvimos una conexión inmediata".

Así comenzó un pequeño romance a larga distancia con un tipo con el que Brenda nunca pensó que estaría: un chico blanco afeitado y que no sabía bailar. Pero el amor funciona de formas misteriosas, y después de que Brenda se ofreciera a concertar una especie de entrevista con Isiah y su madre, él accedió deportivamente. Su madre volvió de comer con una opinión de 11 sobre 10 para el pretendiente, diciéndole a su hija que "se casaría con este tío".

Hoy, Isiah y Brenda Stearns llevan 13 años de matrimonio y 6 niños: Victoria, de 11 años; Veronica, de 10; Samuel, de 9; Vanessa, de 7; Benjamin, de 4; y Ezra, de 1. Mientras tanto, Isiah abandonó el look de cabeza rapada por una gruesa alfombra de sal y pimienta en la cabeza. El Señor obra de maneras misteriosas, y Brenda dice que nunca podría imaginarse tener semejante prole sin Isiah a su lado.

Un mensaje equivocado provocó el amor entre dos personas