Ha muerto de un infarto el enfermero argentino Daniel Porro, quien fue gravemente agredido por sus vecinos cuando se contagió de coronavirus el año pasado. El hombre, de 37 años, ha sufrido el rechazo de la vecindad de Nueva Esperanza (Neuquen) desde entonces. Las amenazas y hostilidades, incluido el incendio de su casa por desconocidos, han hecho de la vida del hombre un infierno.
El enfermero trabajaba en un centro de salud, donde se contagió de COVID-19 en junio del 2020. Mientras realizaba la cuarentena en su casa, vecinos del barrio empezaron a amenazarlo, exigiendo que abandonara el lugar. Más adelante le incendiaron la casa, lo golpearon salvajemente y le robaron su coche.
El padre del fallecido, Miguel, declaró a los medios locales que su hijo nunca se recuperó completamente del rechazo social. Aunque superó el virus, Por lo que desarrolló insomnio y se mostraba retraído.
El enfermero denunció los ataques a la Justicia pero fue ignorado y las autoridades desconfiaron de su palabra. El hombre falleció el pasado 4 de julio en la casa de su madre, a causa de un fallo cardíaco.
