viernes. 26.04.2024

El Papa ha reivindicado que la migración pueda "ser fruto de una elección libre" y ha instado a los gobiernos a adoptar medidas para que se creen "canales" que permitan a las personas atravesar fronteras de forma "segura y regular".

"Mientras trabajamos para que cada migración pueda ser fruto de una elección libre, estamos llamados a tener el máximo respeto por la dignidad de cada migrante; y esto significa acompañar y gobernar los flujos de la mejor manera posible, construyendo puentes y no muros, ensanchando los canales para una migración segura y regular", señala el Papa Francisco en su mensaje para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2023, que se celebrará el próximo 24 de septiembre.

Francisco, que ha elegido este año como lema para esta jornada que celebra la Iglesia católica 'Libres para elegir emigrar o quedarse", afirma que es necesario "un esfuerzo conjunto de cada país y de la comunidad internacional para garantizar a todos el derecho a no emigrar, es decir, la posibilidad de vivir en paz y con dignidad en su propia tierra".

En este sentido, denuncia que "en muchos casos" la decisión de dejar el país de origen para mudarse a otro no es una elección libre.
"Los conflictos, las catástrofes naturales o, más sencillamente, la imposibilidad de llevar una vida digna y próspera en su patria obligan a millones de personas a marcharse", subraya.

El Pontífice recuerda que "la persecución, la guerra, los fenómenos meteorológicos y la miseria son algunas de las causas más visibles de las migraciones forzadas contemporáneas". "Los emigrantes huyen por pobreza, por miedo, por desesperación. Para eliminar estas causas y poner fin así a las migraciones forzadas, necesitamos el compromiso común de todos, cada uno según sus responsabilidades", incide.

En esta línea, insta a preguntarse no solo que se puede hacer, sino también qué se debe dejar de hacer. "Debemos esforzarnos por detener la carrera armamentística, el colonialismo económico, el saqueo de los recursos ajenos, la devastación de nuestra "casa común"", asegura.

Sobre el derecho a no migrar ha indicado, que se trata de un derecho aún no codificado, pero de importancia fundamental, cuya garantía debe entenderse como corresponsabilidad de todos los Estados hacia un bien común que va más allá de las fronteras nacionales". "Dondequiera que decidamos construir nuestro futuro, en el país en el que nacimos o en otro lugar, lo importante es que allí haya siempre una comunidad dispuesta a acoger, proteger, promover e integrar a todos, sin distinción y sin dejar a nadie fuera", apunta.

Por ello, asegura que dado que los recursos mundiales "no son ilimitados, el desarrollo de los países económicamente más pobres depende de la capacidad de reparto que pueda generarse entre todos los países". "Mientras no se garantice este derecho -y es un largo camino- muchos tendrán que seguir marchándose en busca de una vida mejor", remacha.

El Papa enmarca sus peticiones en la celebración del Jubileo de la Esperanza de 2025: "La celebración del jubileo para el pueblo de Israel representaba un acto de justicia colectiva: todos podían volver a su situación original, con la cancelación de todas las deudas, la restitución de las tierras y la posibilidad de volver a disfrutar de la libertad propia de los miembros del pueblo de Dios".

El Papa pide a los gobiernos "canales para una migración segura y regular"