ONG: integración, reagrupación familiar y salud mental, retos migrantes en España

Imagen de la campaña 'El abrazo más esperado'.

Madrid, 17 (Europa Press)

Con motivo del Día Internacional de las Personas Migrantes, que se conmemora este jueves 18 de diciembre, varias ONG que trabajan con población migrante en España han puesto el foco en distintas dificultades vinculadas a la integración, la reagrupación familiar y el acceso efectivo a la atención en salud mental para la infancia.

En sus valoraciones, las entidades destacan obstáculos legales y administrativos, costes económicos relevantes y carencias en la respuesta pública ante el trauma migratorio, especialmente en niñas, niños y adolescentes, incluidas las y los no acompañados.

  1. Reagrupación familiar y trabas en España
  2. Integración y participación en la comunidad
  3. Salud mental en infancia y adolescencia migrante
  4. Rutas migratorias y riesgos para menores

Reagrupación familiar y trabas en España

La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha denunciado la existencia de barreras legales, administrativas y económicas que deben afrontar las personas refugiadas para que se garantice el derecho a la unidad familiar y a la vida en familia.

Según CEAR, la reunificación familiar continúa siendo un trámite lento, con esperas que pueden prolongarse durante años. Además, se señalan dificultades prácticas como el coste de los billetes y la obtención de documentación exigida, un gasto que la organización sitúa entre 500 y 2.000 euros.

La entidad también apunta a requisitos restrictivos que limitan la extensión o reagrupación familiar a ascendientes en primer grado (padre y madre), descendientes en primer grado menores de edad (hijos e hijas), cónyuges y personas asimiladas, así como a familiares para los que se acredite dependencia y convivencia previa en el país de origen. CEAR advierte de que este marco deja fuera a muchas personas.

Como ejemplo, CEAR expone el caso de Mahdia, una mujer afgana que, tras tres años de espera, logró traer a España con apoyo jurídico de la organización a su hermana y a sus tres sobrinas. En su testimonio, subraya que la llegada permite seguridad y escolarización, y describe un contexto previo de depresión por falta de futuro en Afganistán.

Para personas palestinas de Gaza con extensión familiar reconocida, CEAR indica que el proceso resulta aún más complejo debido a que sus familias permanecen atrapadas en la Franja. En este contexto se recoge el testimonio de Tahreer, una mujer gazatí evacuada junto a sus hijos e hijas para que recibieran tratamiento médico urgente, que expresa su imposibilidad de proyectar un futuro sin su marido.

Ante estas situaciones, CEAR solicita que las reformas legislativas destinadas a adaptar la normativa española al Pacto Europeo de Migración y Asilo (PEMA), cuya entrada en vigor está prevista para junio de 2026, refuercen el derecho de las personas refugiadas a la vida en familia.

Entre las propuestas, CEAR plantea ampliar la extensión familiar a parientes cercanos, incluyendo a hermanos y hermanas, hijos e hijas mayores de 18 años y personas adultas dependientes. También pide fijar un plazo máximo de tres meses para tramitar la extensión familiar desde un tercer país y facilitar salvoconductos cuando no sea posible obtener o renovar el pasaporte.

Mientras tanto, la organización solicita apoyo ciudadano mediante la campaña ‘El abrazo más esperado’, orientada a afrontar los costes elevados de los traslados familiares. En 2025, CEAR ha asesorado jurídicamente a 754 personas refugiadas en trámites de extensión familiar y ha presentado 187 solicitudes a lo largo del año. Asimismo, prestó apoyo económico a 19 reagrupaciones, con la llegada de 65 personas en total.

Integración y participación en la comunidad

Cruz Roja subraya la importancia de reconocer las contribuciones de las personas migrantes y plantea avanzar en una integración activa desde un enfoque intercultural y bidireccional. En este planteamiento, la integración se define como una responsabilidad compartida entre quienes llegan y quienes acogen.

Como ejemplos, la organización menciona a Óscar, originario de Venezuela, voluntario activo en La Rioja, donde participa en proyectos de sensibilización, acompañamiento y ocio para jóvenes, niños y niñas. También cita a Mostafa, de Marruecos, que actúa como intérprete de árabe en el País Vasco para personas que solicitan información o ayuda. Además, se incluye a Massuma, llegada hace 10 meses desde Afganistán, que colabora como voluntaria en el proyecto de Infancia Hospitalizada en Ciudad Real.

Cruz Roja indica que estos casos representan una parte de las 40.527 personas voluntarias de origen extranjero, equivalentes al 18% del total, que dedican tiempo y capacidades a acciones en la sociedad de acogida.

Según la organización, el objetivo es ofrecer acompañamiento y formación para facilitar la autonomía en la vida diaria. Entre los apoyos descritos figuran la asesoría jurídica sobre la situación administrativa, la ayuda en la búsqueda de empleo, la promoción del aprendizaje del idioma y la participación en actividades de ocio.

Hasta noviembre de 2025, Cruz Roja Española señala que ha acompañado en estas iniciativas a 152.979 personas migrantes (231.245 en 2024) y a 44.864 personas solicitantes de asilo y refugio (48.496 en 2024).

Salud mental en infancia y adolescencia migrante

La Plataforma de Infancia reclama garantizar apoyos psicológicos continuos, culturalmente adecuados y adaptados para niños, niñas y adolescentes migrantes expuestos a violencia, como maltrato físico o emocional, pobreza extrema, trabajo infantil o explotación sexual.

La responsable de incidencia política de la Plataforma de Infancia, Almudena Escorial, sostiene que la atención a la salud mental no debe tratarse como un añadido, sino como un derecho fundamental y una obligación legal de los Estados.

En un informe publicado este martes, la Plataforma de Infancia pone el acento en la vulnerabilidad específica de las niñas y adolescentes no acompañadas, que se enfrentan a riesgos adicionales como matrimonios forzados, explotación sexual o embarazos precoces.

Escorial advierte de que el abordaje actual presenta carencias relevantes y que, desde la llegada, niñas, niños y adolescentes no acompañados encuentran obstáculos administrativos y jurídicos que dificultan el acceso a la atención psicosocial.

La organización añade que el sistema público de salud mental no estaría suficientemente preparado para responder a la complejidad del trauma migratorio ni a las expresiones culturales del sufrimiento psíquico. En este marco, se solicita el desarrollo de estructuras estables, coordinadas y con enfoque transcultural.

Rutas migratorias y riesgos para menores

Save the Children advierte de que la política migratoria actual de la Unión Europea, según su análisis, no solo mantiene situaciones de violencia, explotación y experiencias traumáticas, sino que en ocasiones las intensifica.

En la investigación titulada ‘Atravesando el peligro: riesgos acumulados y daño psicológico para los niños migrantes’, la ONG analiza rutas de menores que van de Sudán a Egipto, de Libia a Grecia y la ruta de los Balcanes, y señala que el refuerzo de controles fronterizos incrementa la exposición a traficantes.

La experta en migraciones de Save the Children, Jennifer Zuppiroli, indica que quienes sobreviven a la travesía con frecuencia no encuentran seguridad en Europa y que niños y niñas quedan fuera del radar de autoridades y sistemas de protección.

Además, Save the Children difunde un análisis que apunta que uno de cada dos niños y niñas migrantes que fallecieron en rutas peligrosas en 2025 murió por ahogamiento. La entidad denuncia que estas rutas siguen siendo letales para la infancia.

Según ese análisis, con datos citados de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), al menos 278 menores murieron desde el inicio de 2025 mientras se encontraban en rutas migratorias, y 136 de ellos fallecieron en el mar.