Hunter Moore, joven con parálisis cerebral, alcanza la gloria del culturismo

Hunter Moore es como cualquier otro adolescente deportista. Le encanta practicar deportes, formó parte del equipo de primera y no le importa publicar algunas fotos de gimnasio en su Instagram.

"Todo es genética, hermano", dice riendo mientras flexiona su bíceps de casi 20 pulgadas. En el caso de Moore, la genética es la parálisis cerebral distónica que sufrió debido a un derrame cerebral cuando era un bebé, dejándolo parcialmente paralizado en el lado izquierdo.

En este caso, la genética es el obstáculo a superar, no la ventaja inmutable que algunos atletas disfrutan. Sin embargo, Moore nació en una familia militar y recibió una educación llena de órdenes para nunca rendirse, para demostrarles a todos que estaban equivocados, y eso llevó a Hunter a pasar la mayor parte de su infancia construyendo un cuerpo capaz de soportar las exigencias del deporte.

En una entrevista, Moore describió posar en el escenario como "una de las cosas más aterradoras que he intentado", pero los silbidos y los aplausos que recibió fueron una recompensa tangible por la cantidad de trabajo duro que la mayoría de las personas, discapacitadas o no, no pueden lograr.

"Me definiré a mí mismo y no permitiré que la parálisis cerebral ni nadie más me defina", le dijo a Joker Magazine, agregando que planea ir a la universidad para estudiar biología marina y también espera dedicarse a la motivación como orador.