Una mujer de 54 años es madre después de ser diagnosticada con infertilidad

Archivo - Bebé recién nacido en el hospital - Carlos Luján - Europa Press - Archivo

Más de 21 intentos fallidos hasta que lo consiguió

Helen Dalglish ha intentado ser madre desde hace 25 años pero nunca lo había logrado. Le diagnosticaron infertilidad lo que le supuso un duro golpe y haber fallado 21 intentos de fecundación in vitro.

Sin embargo, a sus 53 años, en 2022, se quedó embarazada. "Cuanto finalmente tienes ese pequeño milagro, te olvidas de los 25 años", expresaba Helen. Un año después de haber dado a luz sigue sin créerselo, "es surrealista", decía.

Su historia comenzó a los 28 años en Chipre cuando intentó por primera vez quedarse embarazada pero no lo consiguió. Los médicos de allí le dijeron que no iba a poder por un problema de posicionamiento de su útero. Poco tiempo después, se mudó a Escocia donde los médicos le diagnosticaron infertilidad.

Helen no se rindió y se sometió a cuatro procedimientos de inseminación intrauterina. Pero todos fallaron, asi que intentaron fecundación in vitro.

Y aunque el primer intento se lo cubría el Sistema Nacional de Salud, los siguientes tuvo que pagarlo Helen y su pareja, llegando a alcanzar más de 116.000 euros.

“Cada uno que falla, te deja absolutamente devastada. Es como una muerte. Me deprimía durante un par de semanas, pero luego me levantaba y decía ‘vamos, si quieres a este bebé, actúa con calma'. Trataba de olvidarme de los fallidos como si empezase desde cero”, cuenta.

Además, recuerda que los procedimientos eran dolorosos cuando trataban de transferir los embriones a su útero. Era como si “golpeasen una pared”.

Más de diez años después, cambió de clínica y ahí le dijeron que su útero estaba inclinado y que seguramente fuera por eso que los intentos no funcionasen. Lo intentaron tres veces más y en todas ellas se quedó embarazada pero acababa perdiéndolos.

El siguiente paso fue utilizar óvulos de donantes pero tampoco funcionaron. Asi que deció mudarse a Chipre de nuevo con su pareja.

Su madre antes de morir le dijo: “¿qué puedo enviarte desde el cielo?”. A lo que respondió Helen: “Por favor, envíale un bebé". Volvieron a intentarlo y falló.

Pero para su sorpresa la segunda y última vez funcionó y quedó embarazada. Y aunque durante el embarazo Helen sufrió diabetes y preclampsia, la bebé nació sana y salva.