Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología, ha atendido en directo a Antena 3 Noticias para valorar el impacto que está teniendo la nueva variante de coronavirus, Ómicron, en muchos de los países de todo el mundo. El epidemiólogo también ha querido responder a algunas preguntas que generan dudas en la sociedad como ¿por qué se ha tardado tanto en vacunar a los niños?
"Hemos empezado a vacunar a los niños cuando se ha podido, cuando nos hemos asegurado que no era peligroso. Los padres tienen que estar tranquilos porque se han hecho muchas pruebas y si se ha autorizado no tienen de que preocuparse", explica Amós.
¿Las vacunas tienen "fecha de caducidad"?
Otra de las cuestiones que se han tratado es la recomendación de la EMA de poder aplicar la tercera dosis al tercer mes de la segunda pauta. "La EMA es un órgano regulador no recomendador, no ha dicho que recomiende que se ponga la dosis a los 3 meses de la segunda pauta sino solo que se puede hacer, esa decisión no les corresponde".
Algo que ha quedado bastante claro es que las vacunas tienen 'fecha de caducidad', el vacunólogo Amós García así lo explica: "Muchas vacunas tienen 'caducidad', en el primer año de nuestra vida se nos aplican vacunas más de una vez porque necesitamos reforzar el sistema inmunitario, con esta dosis es igual", asegura.
¿Hay alguna noticia sobre la vacuna española?
"Sigue avanzando, está en fase 2, sigue un buen camino, es previsible que en un determinado tiempo se puede disponer de ella. Es similar a las que hay, muchas de las vacunas que recibimos de pequeños no son esterilizantes, evitan que enfermemos", cuenta el presidente de la Asociación Española de Vacunología.
Para concluir se ha referido al riesgo alto de contagio en España en el que nos encontramos en estos momentos: "Era posible, hay otros elementos claves, hay personas que no se han vacunado, hay que ventilar los espacios cerrados y usar las masacrillas, si bajamos la guardia en este terreno es razonable que estemos en la situación de riesgo alto", concluye Amós García.
