El cáncer silencioso: Así son los sarcomas que se confunden con golpes

Los sarcomas son tumores malignos que se originan bien en el esqueleto, o bien en tejidos distintos de los de las vísceras, como músculos, huesos, grasa, vasos o cartílagos. Representan menos del 1% de todos los cánceres, lo que los convierte en una enfermedad rara.

De hecho, los sarcomas son docenas de tumores diferentes, y todos en conjunto representan sólo entre el 1 y el 2% de todos los cánceres en adultos; lo que los convierte en una enfermedad oncológica minoritaria o rara, tal y como nos indica en una entrevista con Europa Press Salud Infosalus el doctor Ricardo Cubedo, jefe de Sarcomas y Cáncer Hereditario del Servicio de Oncología Médica de MD Anderson Cancer Center Madrid - Hospiten.

"En España, se diagnostican unos 3.000 casos al año. Esta baja incidencia contribuye a su escasa visibilidad social, a la dificultad de establecer centros de referencia bien dotados, a la pobre financiación de la I+D y, en ocasiones, a la falta de formación específica entre profesionales no especializados", remarca este experto.

SÍNTOMAS DE SOSPECHA DE UN SARCOMA

Con ello, el jefe de Sarcomas y Cáncer Hereditario del Servicio de Oncología Médica de MD Anderson Cancer Center Madrid - Hospiten recuerda que uno de los signos más frecuentes es la aparición de un bulto blando o firme, que no duele, pero que no desaparece.

"Esa ausencia de dolor inicial suele hacer que el paciente y a veces incluso el médico no le den importancia. También pueden debutar como molestias vagas en un hueso, hinchazón persistente, o dolor nocturno sin causa clara. Cualquier bulto de más de 5 centímetros (2cm en niños), que no cambia o crece con el tiempo, debe ser evaluado por un especialista. La clave es no subestimar síntomas persistentes o atípicos", añade.

TRATAMIENTOS HOY EN DÍA DISPONIBLES

 En este escenario, el doctor Cubedo resalta que algunos subtipos de sarcomas han mejorado su supervivencia gracias a nuevos tratamientos, pero, en general, lamenta que los avances no son tan llamativos como en otros ámbitos de la oncología. "Hemos avanzado mucho más en el entendimiento de los mecanismos que diferencian a unos sarcomas de otros. Es de esperar que estos conocimientos vayan dando lugar a nuevos tratamientos", agrega.

Aquí considera que hoy en día "sin duda" supone un auténtico reto desarrollar tratamientos en cánceres con tan baja incidencia. Tal y como incide, los tumores raros como los sarcomas suponen un desafío para la investigación por múltiples razones: el bajo número de pacientes dificulta los ensayos clínicos, la financiación suele ser más escasa, y es más difícil generar interés comercial en el desarrollo de fármacos específicos. "En el caso de los sarcomas se añade el hecho de que, en realidad, no es una enfermedad, sino docenas de ellas", apunta.

Eso sí, cree este experto que, aunque la cirugía sigue siendo la base del tratamiento curativo en la mayor parte de los sarcomas, los avances en terapias sistémicas han sido muy significativos: "Las terapias dirigidas han permitido tratar subtipos concretos con alteraciones genéticas específicas, como los inhibidores de tirosina quinasa en el GIST. La inmunoterapia aún tiene un papel limitado, pero hay investigaciones prometedoras en subtipos seleccionados. Y, sobre todo, los ensayos clínicos están permitiendo acceder a nuevas estrategias terapéuticas que antes no existían".