RTVE lanza una campaña de testimonios reales sobre el impacto del diagnóstico de cáncer, protagonizada por Carmen María Aguilera, Perla Zúñiga y Miguel Pérez.
El objetivo, según ha informado este viernes RTVE, es sensibilizar a la ciudadanía sobre cómo es vivir con cáncer, responder a las preguntas de una hija, perder las cejas o acudir a impartir clases a estudiantes adolescentes con una bolsa de ostomía y el temor a que se desprenda. Pero más allá de los momentos difíciles estas personas muestran las ganas de 'normalizar' la enfermedad y recuperar lo cotidiano.
La Corporación ha indicado que Carmen, psicóloga de 39 años, Perla, artista de 26, y Miguel, profesor de 59, forman parte de esos datos que afirman que uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres tendrá cáncer a lo largo de su vida. Los tres coinciden en que este no es asunto solo del enfermo porque "frente al cáncer, contamos todos", una idea que se ha convertido en el claim de esta campaña.
Carmen fue un día a consulta acompañada de su hija de diez años, donde le diagnosticaron un cáncer de ovarios metastásico. Los primeros tratamientos no funcionaron. Sin embargo, su intención es continuar con su vida y que "el cáncer no se lo lleve todo", por lo que hace dos semanas se presentó a las oposiciones.
Desde Écija, donde vive, reivindica mayor investigación, sobre todo para los tipos de cáncer menos frecuentes y sostiene que "si hay más investigación hay más vida". Además, cree que para valorar las cosas no hay que pasar por una enfermedad tan dura.
A Perla, le diagnosticaron un sarcoma de Ewing a los 18 años que frenó en seco lo que hubiera sido la vida normal de una estudiante de Bellas Artes. Luego vinieron las sesiones de "veneno", como ella llama a la quimio, y un cambio físico duro de asumir. El resultado fue bien hasta que hace un año reapareció la enfermedad. El tratamiento ha vuelto a funcionar y ella cree que es buen momento para contar su experiencia.
Perla rechaza la idea de que se hable del cáncer como "una lucha" del paciente contra la enfermedad, como si dependiera de su empeño: "Es muy triste pensar que, si alguien fallece, ha perdido la batalla". A su juicio, la verdadera batalla debe ser la de la investigación para acabar con la enfermedad.
Por su parte, Miguel ejercía de profesor de Lengua y Literatura cuando le descubrieron un cáncer de recto, del que le han dado el alta, pero que le ha obligado a llevar permanentemente una bolsa de ostomía. La filosofía de Miguel siempre ha sido adaptarse a las circunstancias de la enfermedad.
En cuanto pudo, volvió a lidiar con una clase de adolescentes y a montar en bici. Sin disfrazar nada, intenta transmitir la idea de llevar la enfermedad con la mayor normalidad posible. Su experiencia la traslada a otras personas enfermas de cáncer como voluntario testimonial en la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
