jueves. 28.03.2024

Un grupo de investigación del Institut de Neurociències de la Universidad Autónoma de Barcelona (INc-UAB) han descubierto, en un modelo animal de enfermedad mitocondrial, las células que provocan la muerte de las neuronas.

La microglía, un tipo de célula del sistema nervioso central, es la principal responsable de la muerte neuronal en el síndrome de Leigh y de los síntomas neurológicos que se derivan de esta enfermedad mitocondrial.

El síndrome de Leigh es la más común de las enfermedades mitocondriales. La causa de este grupo de enfermedades es un mal funcionamiento de las mitocondrias (los orgánulos encargados de generar la energía para que la célula funcione correctamente), causado por mutaciones en el ARN mitocondrial o en el ADN celular.

En el síndrome de Leigh, los órganos y tejidos que necesitan más energía, como los músculos o el cerebro, no pueden funcionar con normalidad, provocando problemas motores y respiratorios muy graves en las personas que lo padecen.

Estudios previos habían descrito una elevada neuroinflamación en los cerebros de los ratones modelo de Síndrome de Leigh, pero se desconocía su efecto sobre el desarrollo de la enfermedad, que podía ser protector, inocuo o perjudicial.

En el actual trabajo, publicado en la revista 'GLIA', los investigadores han comprobado que la inflamación provoca la muerte neuronal y que las principales responsables del proceso son las células de la microglía. Estas células, que en condiciones normales se encargan de defender el sistema nervioso de agresiones externas o internas, atacan a las neuronas con disfunción mitocondrial, provocando su muerte.

En el trabajo, los investigadores han analizado el efecto de la supresión de las células microgliales mediante un fármaco, el Pexidartinib (PLX-3397). "Con la eliminación de la microglía los problemas motores tardaban más en aparecer y la esperanza de vida era mayor. Además, al estudiar los cerebros, comprobamos que había mucha menor pérdida neuronal. Este fármaco, a pesar de no ser un buen candidato para tratar la enfermedad, ha sido una herramienta clave para identificar el efecto del proceso de neuroinflamación y entender cómo se produce la pérdida neuronal", ha explicado el primer autor del artículo, Kevin Aguilar.

En el estudio, también se ha analizado el papel de la IL-6, una proteína que modula la actividad inflamatoria y guía la actividad de la microglía. "Sospechábamos que esta proteína también tendría un papel clave en la sintomatología del Síndrome. Por ello quisimos analizar qué ocurría cuando había una deficiencia. Al contrario de lo que esperábamos, a pesar de que se reducían los problemas respiratorios, los efectos eran muy moderados. Esto nos hace pensar que existen otras proteínas implicadas", ha detallado Aguilar.

De hecho, el siguiente objetivo será justamente describir cuál es el proceso concreto mediante el cual las células de la microglía atacan a las neuronas y así poder desarrollar tratamientos más específicos y selectivos en un futuro.