OCU alerta sobre anomalías en el etiquetado de 13 suplementos alimenticios

Archivo - Pastillas, analgésicos, fármacos, antibiótico. - FEFE - Archivo

Nada como un desayuno de vitaminas y, de postre, un toque de escepticismo. En España, los complementos alimenticios prometen maravillas en las estanterías, pero la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha decidido poner la lupa sobre algunos de ellos. ¿El resultado? Una advertencia dirigida a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) sobre el “mal uso” de las famosas declaraciones de beneficios saludables en el etiquetado de 13 productos diferentes.

La OCU no se anda con rodeos y ha presentado su informe después de que los propios consumidores, animados por la campaña ‘Menos cuentos y más ciencia’, identificaran productos que, aparentemente, mezclan creatividad y exageración en sus etiquetas. Desde complementos de colágeno hasta opciones para el sistema nervioso y otros asuntos, la lista haría palidecer a cualquier coleccionista: Colagen Antiox piel (Deliplus), Forte Pharma Expert Colágeno, Luxmetique Proage Day Formula, Vital Proteins Collagen, Vital Proteins Marine Collagen, Ginkgo Biloba Santiveri, Ginseng ArkoPharma, NeuraZenx, Neuro-Nac, IVB Zerodol (este último presumiendo de efectos analgésicos), IVB FemmeBalance (apuntando a regular el ciclo menstrual), IVB Fiber Total (para el bienestar de la microbiota) y FitBlend (hacia el control del apetito).

Pero la historia no acaba aquí. Si de sumar se trata, la organización ha denunciado, solo en lo que va de año, un total de 28 complementos alimenticios por emplear alegaciones incompletas, inventadas o carentes de autorización. Los recientemente señalados se suman, así, a cuatro productos dirigidos a problemas articulares y once que prometen ayudar a adelgazar, ya puestos en el punto de mira.

  1. Incremento en el uso de complementos
  2. Preocupaciones por la seguridad

Incremento en el uso de complementos

Comprar un botecito con la esperanza de sentirse mejor se ha convertido en una costumbre en alza. El consumo de suplementos alimenticios elaborados a partir de vitaminas, plantas y ácidos grasos esenciales ha experimentado un robotizado ascenso del 16 % en los últimos cuatro años. No es magia, sino simple estadística: el 58 % de consumidores ha echado mano de alguno de estos productos durante el último año, frente al 42 % que los tomaba en 2021.

La OCU recalca que, en teoría, quienes ya siguen una dieta rica y variada no necesitan perseguir la fuente de la juventud en estos envases. Eso sí, esta costumbre supone un coste anual medio de 139 euros por persona, un gasto que tampoco es calderilla. Y aquí llega el punto peculiar: el 31 % de quienes toman complementos lo hace sin consultar a un profesional sanitario. O lo que es lo mismo, la auto-experimentación está a la orden del día.

Preocupaciones por la seguridad

La OCU se muestra especialmente inquieta por la utilización aventurada de declaraciones saludables a falta de aval regulador. Por ese motivo, solicita a la AESAN iniciar investigaciones, aplicar correcciones allí donde sea necesario y, de ser pertinente, abrir los expedientes sancionadores correspondientes.

No faltan advertencias en su último comunicado. Desde la organización se invita a desconfiar de etiquetas milagrosas que no cuentan con respaldo científico ante el regulador y, por tanto, no están autorizadas. Además, se insiste en un clásico que nunca pasa de moda: lo natural no equivale automáticamente a lo inofensivo. Algunos ingredientes botánicos pueden suponer un riesgo para mujeres embarazadas, en periodo de lactancia, pacientes y personas polimedicadas.

No es cuestión de demonizar, pero un poco de precaución no está de más en esta aventura de comprar la salud por botes. La recomendación queda firmada: ante la duda, mejor consultar antes de añadir nuevas promesas a la cesta.