viernes. 19.04.2024

Una sencilla prueba en la piel del paciente que determinará si este necesita realmente de dosis de refuerzo, descubierta por científicos españoles, viene justo cuando están naciendo tantas dudas sobre suministrar o no esta vacuna. Hasta la propia OMS, de la mano de su director general, Tedros Adhanom, defendía que era más importante que la vacuna llegase a países menos desarrollados en vez de gastarla sin necesidad en los países más desarrollados.

Además, muchos expertos critican la necesidad de que personas jóvenes y sanas reciban una tercera dosis de la vacuna contra el covid. Expertos inmunólogos de la Agencia Europea del Medicamento advierten del "desequilibrio del sistema inmunológico" que se produciría si se siguieran poniendo dosis de refuerzo sucesivas, cada poco tiempo. Por eso consideran que sería necesario aplicar criterios científicos. Así, conocer la inmunidad celular, la generada por los linfocitos T, antes de vacunar con una tercera dosis permitiría inocularla solo a aquellos pacientes que lo necesitaran, y no habría que hacerlo indiscriminadamente, gastando millones de dosis de la vacuna sin control.  

Obtener esa prueba de inmunidad celular frente al coronavirus era antes un proceso complejo y lento, únicamente disponible en una prueba de laboratorio, pero un sencillo test cutáneo desarrollado el pasado año por profesionales de la sección de Inmunología del Laboratorio Central y del servicio de Alergología del Complejo Hospitalario Universitario de Canarias puede ser una solución rápida y sencilla para cambiar la estrategia de vacunación.  

Un test cutáneo que ofrece la información en minutos

Dicho test es un método sencillo para valorar una parte de la respuesta inmunitaria celular, muy importante en la defensa frente a la infección por el coronavirus SARS-Cov-2. El estudio sobre este nuevo método fue publicado el pasado año en la revista Clinical Immunology, editada en la Universidad de Harvard, y fue dirigido por la Dra. Yvelise Barrios, médico especialista en Inmunología Clínica. 

La técnica consiste en una prueba cutánea, similar a las pruebas en la piel que los médicos especialistas en Alergología usan habitualmente, llamada prueba de hipersensibilidad tipo retardada, que es equivalente a la prueba de tuberculina o Mantoux utilizada para diagnóstico de pacientes con tuberculosis.

Los resultados de estas pruebas (DTH en inglés) muestran la capacidad que tendrían unos glóbulos blancos específicos, llamados los linfocitos T, para iniciar una respuesta inflamatoria tras la introducción de una proteína similar a una de las proteínas principales de la espiga 'S' del coronavirus SARS-Cov-2.

En la mayor parte de los pacientes, que habían superado la covid-19, se demostró que se obtenía respuesta cutánea DTH positiva mostrando que la proteína había dejado en los pacientes un recuerdo o memoria inmunológica en dichos linfocitos T.

Paralelamente a esta respuesta celular que se mostraba en la piel, los investigadores también determinaron la otra rama del sistema inmune o la respuesta dependiente de anticuerpos (como los test de anticuerpos), que es que habitualmente se halla en los laboratorios clínicos. Finalmente, demostraron que estas pruebas se mantienen más en el tiempo que los tests de anticuerpos, por lo que su significado sería igual o superior a esos test de anticuerpos. Esto ofrecería una prueba rápida y eficaz para que se tomara la decisión de aplicar, o no, una dosis de refuerzo de la vacuna.  

Para la Dra. Yvelise Barrios, "este estudio abre una oportunidad excelente de estudiar el impacto en el sistema inmunitario de los pacientes inmunizados en gran número de población también en vacunados".

Un test en la piel nos muestra si necesitamos dosis de refuerzo de la vacuna