Un urólogo recomienda testosterona solo ante déficit claro, no por bajada

Fármacos, pastillas. EP

La terapia con testosterona se mantiene como uno de los temas más debatidos en la medicina masculina. Su uso se relaciona, sobre todo, con el descenso progresivo de esta hormona con la edad y con síntomas que pueden aparecer en ese contexto.

Antes de iniciar cualquier tratamiento, se subraya la necesidad de confirmar un diagnóstico clínico claro. El objetivo es diferenciar un hipogonadismo real de una variación dentro de los límites normales.

En Madrid, a 19, el jefe del Servicio de Urología y coordinador de la Unidad del Varón del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo, Francois Peinado, ha insistido en que la decisión no debe tomarse a la ligera y requiere criterios bien establecidos.

  1. Criterios para iniciar terapia
  2. Qué síntomas suelen aparecer con la edad
  3. Impacto sobre deseo sexual, energía y función eréctil
  4. Datos de seguridad disponibles
  5. Efectos adversos y control
  6. Opciones en casos seleccionados
  7. Decisión clínica y expectativas

Criterios para iniciar terapia

Según Peinado, antes de plantear una terapia con testosterona (TRT) resulta esencial confirmar que existe hipogonadismo clínico. Esto implica niveles sanguíneos de testosterona de forma consistente bajos y, además, síntomas claros atribuibles a la deficiencia, no a un simple descenso dentro de la normalidad.

El inicio de un tratamiento hormonal se describe como una decisión relevante, que debe apoyarse en criterios clínicos sólidos. Con ello se busca maximizar beneficios y reducir riesgos.

Qué síntomas suelen aparecer con la edad

Con el envejecimiento, se considera común una disminución gradual de testosterona. En ese contexto pueden aparecer signos como falta de energía, descenso de la libido, cambios de humor o anemia asociada.

Para aliviar estos efectos, la TRT se ha situado entre los tratamientos con mayor discusión en los últimos años dentro de la salud masculina.

Impacto sobre deseo sexual, energía y función eréctil

La evidencia citada procede de revisiones sistemáticas. En hombres con deficiencia moderada de testosterona, la terapia puede aportar mejoras principalmente en deseo sexual y energía.

También se remarca la importancia de ajustar expectativas. No todos los síntomas atribuidos a testosterona baja responden al tratamiento.

En ejemplos concretos, no se ha observado un beneficio claro en la mejora de la cognición en hombres sin alteraciones cognitivas previas. Tampoco se asocia a prevenir la progresión de la diabetes en personas con prediabetes, ni a mejorar el control glucémico en quienes ya presentan diabetes establecida. En cuanto a la erección, se indica que los efectos sobre la función eréctil pueden ser modestos.

Datos de seguridad disponibles

La seguridad del tratamiento es uno de los puntos que genera atención clínica y dudas en pacientes. Estudios recientes han mostrado que no existe un aumento significativo del riesgo de infarto de miocardio ni de accidente cerebrovascular en hombres con enfermedad cardiovascular preexistente tratados con testosterona frente a placebo.

Además, se indica que no hay evidencia sólida de que la TRT incremente el riesgo de cáncer de próstata.

Efectos adversos y control

Aun así, se advierte de posibles efectos secundarios. Algunos hombres pueden desarrollar eritrocitosis, es decir, un aumento excesivo de glóbulos rojos, lo que puede elevar el riesgo de eventos trombóticos si no existe una monitorización adecuada.

También se citan otros efectos adversos potenciales, como la reducción de la producción endógena de testosterona y una menor concentración de espermatozoides en el semen (oligospermia) o incluso su ausencia (azoospermia).

Opciones en casos seleccionados

En determinadas situaciones, se mencionan alternativas terapéuticas como los moduladores selectivos del receptor de estrógeno, por ejemplo el clomifeno. Estos fármacos pueden aumentar la producción endógena de testosterona y se consideran especialmente útiles en hombres que desean preservar la fertilidad.

Se precisa que esta valoración requiere un análisis individualizado por parte de un especialista.

Decisión clínica y expectativas

Se señala un aumento de la evidencia a favor de que la decisión de iniciar TRT se adopte de forma compartida entre médico y paciente. Este enfoque debe basarse en una evaluación clínica completa y en pruebas de laboratorio repetidas en condiciones adecuadas, con mediciones matinales en ayunas.

El proceso debe incluir una explicación clara sobre expectativas, beneficios esperables y riesgos a corto y largo plazo.