Estudio: vacuna antigripal podría bajar muertes por coinfección bacteriana

La vacunación frente a la gripe no solo actúa contra el virus, también puede recortar la mortalidad ligada a infecciones bacterianas secundarias, según estima un estudio en ratones. El trabajo está liderado desde la Facultad de Medicina de Icahn de Mount Sinai (Estados Unidos) y cuenta con la participación de un equipo del Centro Nacional de Microbiología (CNM) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), además de grupos de la Universidad CEU San Pablo de Madrid.

Las infecciones bacterianas secundarias, entre ellas las provocadas por Streptococcus pneumoniae, figuran entre las principales causas de complicaciones graves y fallecimientos durante las epidemias estacionales de gripe en personas de riesgo, como mayores y pacientes inmunodeprimidos.

El estudio, publicado en Journal of Virology, describe la relación entre el virus gripal y estas infecciones potencialmente letales, y subraya el papel de las vacunas como herramienta preventiva.

  1. Qué analiza el trabajo
  2. Impacto en la mortalidad
  3. Efectos en virus, bacteria e inflamación
  4. Líneas de investigación y autores

Qué analiza el trabajo

El artículo se centra en cómo la gripe puede facilitar la aparición de infecciones bacterianas secundarias y en qué medida la vacunación modifica ese escenario. La investigación se apoya en un modelo murino para estudiar coinfecciones y súper infecciones, y para observar cambios en la respuesta inmunitaria.

Impacto en la mortalidad

Los resultados apuntan que una única dosis de la vacuna trivalente inactivada frente a virus influenza (TIV) redujo la mortalidad del 50 al 15 por ciento en coinfecciones simultáneas de virus y bacteria en ratones.

En el caso de las denominadas súper infecciones, que aparecen una semana después de la infección viral, la reducción de la mortalidad pasó del 100 al 50 por ciento en el modelo murino.

Efectos en virus, bacteria e inflamación

La vacunación también se asoció con una bajada de las cargas virales y bacterianas, junto con un mejor control de la inflamación pulmonar. Entre los cambios inmunitarios descritos, se evitó la pérdida masiva de macrófagos alveolares, aumentó la presencia de eosinófilos y se redujo la infiltración de neutrófilos, lo que sugiere una inflamación más contenida que en animales no vacunados.

Además, la vacuna permitió reducir la producción de citocinas proinflamatorias y favoreció una respuesta humoral más equilibrada en los ratones vacunados coinfectados, en comparación con los coinfectados no vacunados.

En conjunto, estos hallazgos ayudan a entender por qué la gripe puede abrir la puerta a infecciones bacterianas letales y apuntan a que la vacunación puede cambiar de forma notable ese desenlace, incluso con dosis subóptimas, al impulsar la respuesta del sistema inmunitario.

Líneas de investigación y autores

Entre los autores se encuentran Juan García-Bernalt Diego y Estanislao Nistal Villán, de la Universidad CEU San Pablo, y Javier Arranz-Herrero. El equipo resalta la necesidad de ampliar la investigación para reunir más datos sobre cómo la vacunación antigripal podría reducir complicaciones bacterianas en humanos, reforzando su papel como herramienta preventiva.

El investigador del CNM-ISCIII y la Escuela Icahn de Nueva York Jordi Ochando ha señalado que el trabajo se suma a la necesidad de comprender cómo funciona la inmunidad entrenada para controlar la memoria del sistema inmunitario innato.