5 series de televisión que te ayudarán a entender el autismo

Atípico, Netflix

El 5 de abril Josh Thomas, el creador de Please Like Me, publicó en sus redes sociales su autismo. Mientras rodaba su segunda serie, Todo va a ir bien (Movistar+) decidió diagnosticarse, ya que lo sospechaba desde hacía tiempo. Todo va a ir bien es una ficción revolucionaria en cuanto a cómo trata el autismo, y es que por primera vez un personaje con autismo será interpretado por una actriz con autismo. De ello se encargará Kayla Cromer, que interpreta a Matilda, una adolescente que dice en todo momento lo que piensa —sin filtro social— y no comprende por qué los demás no.

Thomas, de 34 años, dijo haberse sentido “aliviado” al recibir el diagnóstico, y asegura que “la siguiente barrera a derribar en la ficción televisiva es la de la neurodiversidad”.

Cinco series que tratan el autismo:

Atípico de Robia Rashid

Esta serie de Netflix es un pequeño milagro donde se mezcla drama y comedia. Cuenta la historia de Sam Gardner (Keir Gilchrist), un chico con autismo que puede hablar durante horas sin parar sobre pingüinos pero luego, es incapaz de sonreír si no le das un porcentaje. Cuando le dices “sonríe un 20%” entonces sí podrá.

El personaje de Sam no comprende el mundo, siempre lleva una libreta encima en la que escribe que debe y que no debe hacer, no puede enfrentarse a los cambios, no entiende que puede dañar a sus seres queridos al decir en alto todo lo que piensa… La serie muestra una nueva realidad cuando conoce a una chica con la que empieza a salir.

Todo va a ir bien de Josh Thomas

En este show que podemos encontrar en Movistar+, el padre del protagonista, Nicholas (Josh Thomas), un chico de 30 años que siempre hace lo que le apetece, y tras este incidente debe comenzar a hacerse cargo de sus dos hermanastras adolescentes. Una de ellas es Matilda (Kayla Cromer), una joven con autismo que se ha enamorado de uno de los chicos más populares del instituto, y no le deja en paz. A él le hace gracia como ella lo aborda constantemente, lo que Matilda interpreta como que entonces ella le gusta. Matilda no tiene amigas y de vez en cuando fastidia sin querer a su hermana contando cosas que no debería, y que al hacerlo, la destruye un poco.

Parenthood de Ron Howard

Esta serie la protagonizan Los Braverman, una macrofamilia compuesta por cuatro hermanos ya mayores y sus respectivas familias. Tienen hijos de todas las edades con todo tipo de problemas. Entre ellos, Max (Max Burkholder), un niño de ocho años que tiene síndrome de Asperger. El trato del trastorno se enfoca más bien a cómo lo encajan los padres, y los rasgos que se muestran se distancian por primera vez ––la serie es de 2010–– de la superdotación acostumbrada que se centra en problemas de comunicación y comprensión.

El joven Sheldon de Chuck Lorre y Steven Molaro

Es un spin-off de la famosa serie The Big Bang Theory. Reconstruye, a través de la comedia, la infancia del genio, y muestra cómo nunca se trató su síndrome de Asperger sino que se centraron en su inteligencia superior. La serie muestra la falta de empatía, las obsesiones y manías, y la literalidad, pero poco más, y siempre con un fin instrumental. Aunque a partir de la tercera temporada, aparece el doctor Sturgis, quien trata el trastorno, sin dejar de explotar su condición cómica, pero ayuda a que se vuelva más empático.

Love on the Spectrum de Cian O'Clery

Un programa de telerrealidad australiano que protagonizan personas autistas soñando con encontrar al amor de su vida. La miniserie muestra sus casas, sus colecciones de trenes y sus tan tatas mascotas, también se les ve compartiendo una vida juntos a su modo cuando toman la decisión de casarse. Cuentan todo con tal honestidad ––no hay, en ninguno de los caso, ningún tipo de pretensión, parecen niños que solo han crecido por fuera–– hace de este programa una joya y una genial manera de empezar a comprender qué es el trastorno del espectro autista.