Todos una vez en nuestra infancia hemos jugado alguna vez al pollito inglés o al tira y afloja, son unos juegos divertidos infantiles y que no hacen daño a nadie. Estos juegos infantiles cobran un tinte más serio dentro de "El Juego del Calamar", la producción coreana de Netflix que ha triunfado a nivel mundial en popularidad y de la que todo el mundo habla en estos momentos.
El argumento de la serie no tiene mucho misterio, se trata de personas que por una razón u otra, que servirá para explorar un poco en la vida de cada personaje principal, se ven cubiertos de deudas y necesitados de dinero a más no poder. Para ello un extraño hombre les recluta para lo que parece un reto simple, una serie de juegos con el ganador de todos los presentes, llevándose un bote enorme de dinero. La "gracia" está en que cuando eres eliminado del juego, ya sea por perder o incumplir sus normas, el jugador es ejecutado. Solo el último superviviente podrá quedarse con el dinero final.
Pues esta trama tan interesante aunque un tanto "gore" o sangrienta, está alarmando a las madres del país, ya que según informan algunos psicólogos, los niños han comenzado a tener prácticas violentas en sus juegos "a raíz de ver la famosa serie", imitando escenas de la serie al jugar a sus inocentes juegos. Los psicólogos recomiendan que los niños no vean la popular producción coreana, ya que en la edad de primaria, estos "no son capaces de crear claros límites entre la ficción de la serie y la realidad".
Este fenómeno ocurre en toda Europa, pues en Bélgica ya se han visto varios episodios de violencia y la recreación de escenas de la serie en colegios del país. En el caso de Reino Unido, la policía británica ha detectado una serie de cuentas en redes sociales que realiza quedadas para recrear las pruebas famosas de la serie y de disparar en la cara con una pistola de aire comprimido a los eliminados.
Obviamente este caso no ha pasado desapercibido en redes, donde los internautas muestras una diversidad de opiniones respecto a la violencia de la serie o de que realmente pueda influir tan drásticamente en los niños.
