Dave comenzó a trabajar como conductor voluntario 30 años antes, transportando pacientes para que pudieran mejorar su calidad de vida.
Ir y venir a St. Louis habría sido difícil para la familia de Krystal ya que su padre trabajaba muchas horas. Entonces, aceptaron una oferta de transporte hospitalario del grupo benéfico local Shriners.
En el transcurso de 10 viajes, las conversaciones fueron abundantes en sus viajes de 3 horas de ida y vuelta al hospital. Dave era un "papá conductor", pero pronto se convirtió en algo más. Se hizo amigo, y su inesperada amistad ha durado más de tres décadas.
De hecho, décadas después de conocer a la “dulce niña” con una prótesis de pierna, Dave fue invitado a la boda de Krystal.
Con el paso de los años, Dave enfermó. Finalmente, sus médicos le diagnosticaron insuficiencia renal terminal. Dijeron que Dave necesitaría diálisis por el resto de su vida o un trasplante de riñón. Dave también recibió la advertencia de que obtener un riñón disponible podría tardar cinco años.
Dave se acercó a Krystal para hablar sobre el proceso porque su esposo acababa de recibir un trasplante de hígado que le salvó la vida.
Krystal inmediatamente vio la oportunidad de devolverle el favor. Descubrió que compartían el mismo tipo de sangre y, sin dudarlo, se ofreció a donar su riñón.
Ella dijo en ese momento: “El riñón le pertenece a él, siempre que decida tomarlo”. Dave estaba sorprendido (y vacilante) porque sabía que Krystal era madre de tres hijos y tenía un trabajo de tiempo completo. “Ella no aceptaría un no por respuesta”, recordó. En mayo de 2023, después de un año en diálisis, Dave aceptó su oferta. “Haz las maletas, Dave. Obtendrá un riñón ligeramente usado pero nuevo”, se rió Krystal.
“Desde que era pequeño, siempre me pregunté por qué Dave era tan bueno con nosotros, si era tan amable y estaba tan dispuesto a ayudar con cualquier cosa. Siempre me he preguntado por qué. “Lo que he llegado a entender es: si nací con una pierna para poder darle mi riñón a Dave, que así sea”, dijo Krystal. "Este es un regalo que nunca podré devolver", dijo Dave. "¡Estoy muy agradecido! Ahora siento que puedo hacer cualquier cosa”.
