jueves. 28.03.2024

Cuando sólo tenía 8 años, Sammie Vance se planteó una pregunta que parece ir más allá de su edad: ¿Qué te rompe el corazón? 

"Para mí, es ver a personas que necesitan un amigo", dice la alumna de séptimo grado de Fort Wayne, Indiana, a PEOPLE en la edición de esta semana. "Yo misma me he sentido sola. No quiero que otros se sientan así". 

Poco después, en un campamento bíblico de verano, se enteró de la existencia de los bancos de amigos, es un asiento en el patio de la escuela donde un niño solitario puede sentarse y compartir con otros niños que necesiten un amigo.

"Me dije: 'Sería genial tener esto en mi escuela'", recuerda Sammie. Habló con su director, compartió la idea con la Asociación de Padres de Alumnos (PTA) y luego organizó un evento para toda la comunidad en el que se recogieron 1.600 libras de tapones de botellas, todos ellos reciclados y reutilizados para crear tres bancos de amigos en su escuela primaria. 

"Al principio de mi proyecto, no tenía ni idea de que fuera a salir así", dice. "Me asombra y me mantiene motivada saber que también está impactando a personas fuera del país".

Sammie también ha publicado recientemente un libro, "Inspire the World: A Kid's Journey to Making a Difference", sobre sus esfuerzos por inspirar a otros niños a devolver la ayuda.

"Siempre ha tenido un gran corazón", dice la madre de Sammie, Heidi Vance, de 40 años. "En segundo grado, cuando había una niña que no hablaba inglés en su clase, Sammie llegó a casa e insistió en enseñar ella misma el español para poder comunicarse con la niña". "Y en ese momento, realmente empecé a ver su corazón con las otras personas", continúa Heidi, "y su preocupación por que  nadie se quede fuera". 

La enérgica preadolescente también dedica su tiempo a producir un podcast desde casa llamado Sammie Smiles. No sólo elige y entrevista a invitados a través de Zoom "que me inspiran y me hacen sonreír", dice, sino que edita tanto el audio como el vídeo. El próximo capítulo de Sammie la encontrará ampliando los bancos de amigos y emprendiendo otros proyectos de bondad.

"Sólo espero marcar la diferencia", dice, "e inspirar a otras personas a marcar la diferencia".