Ariana Grande y Dalton Gomez empezaron a salir en 2019 y fue en diciembre de 2020 cuando se comprometieron tras pasar juntos el confinamiento en la casa de Ariana en Montecito, lugar en el que se produjo la boda privada el 15 de mayo.
La ceremonia acogió a unas veinte personas muy cercanas. Todo estuvo cuidado al milímetro, tanto el vestido como el lugar y el maquillaje.
Su vestido fue diseñado por Vera Wang, la cual se comprometió en una MET Gala a realizarlo. Así pues, creó un vestido columna blanco de escote arquitectónico, dejando el cierre del sujetador a simple vista. Por otro lado, Mimi Cuttrell se encargó de construir un look en el que destacaba un velo sencillo con lazo y unos zapatos muy altos de plataforma. La intención era imitar el estilo de Jo Stockton en Funny Face, interpretado por Audrey Hepburn.
Asimismo, Lorraine Schwartz fue la joyera que se encargó de los pendientes de perlas y diamantes que combinaban con el anillo de pedida. Curiosamente, uno de los pendientes estaba del derecho, mientras que el otro del revés, significando un guiño al estilo que lució durante la época en la que lanzó su disco Sweetener.
En cuanto al peinado, Ariana optó por un recogido tirante en la parte superior y ondas naturales en la inferior, creado por Josh Liu. Y el maquillaje estaba en las manos de Ash Kohlm, el cual buscó la naturalidad y remarcar especialmente las cejas.
En definitiva, la artista pudo disfrutar de la ceremonia de sus sueños. En un acoger salón de su casa de Montecito, el cual iluminó con velas. Algunos de los invitados fueron los padres de la artista, Joan Grande y Ed Butera, que la acompañaron hasta el altar. Dalton la esperó bajo un techo cubierto de flores y vestido con un traje de Tom Ford. Por último, cada uno dijo sus votos y se prometieron amor eterno, declarándose marido y mujer.
