viernes. 29.03.2024

Los perros no solo hacen que los niños crezcan más sanos y fuertes. Los científicos además al fin han demostrado lo que los amantes de los animales sospechaban desde hace tiempo: canes y felinos logran que los pequeños estén más calmados, reducen el estrés que sufren y les hacen más fuertes emocionalmente. Y en esto, dicen los investigadores, ¡los animales son incluso más efectivos que los propios padres! Aprenda cómo perros y gatos calman a los niños y cómo la amistad de estos animales les ayudan a afrontar las situaciones difíciles con mayor tranquilidad.

Lo que los amantes de los animales sospechaban ahora ha sido confirmado por la ciencia. Los animales no solo pueden ser grandes amigos para los niños. Perros y gatos reducen el estrés de los menores, les proporcionan un gran apoyo social y les ayudan a reducir la ansiedad, afirman los científicos.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Florida (EE.UU.) ha medido los efectos beneficiosos que vivir con canes tiene para los menores y cómo los niveles de estrés de estos pequeños, medidos por la cantidad de corticoides en la sangre, se reducen cuando tienen cerca un amigo de cuatro patas.
"Mucha gente creemos que para los niños es bueno y relajante tener un animal como amigo; pero los investigadores no estábamos seguros de si esta sospecha y estos supuestos beneficios tenían fundamento científico contrastado o no", dice Darlene Kertes de la Universidad de Florida, que ha querido comprobar estos efectos positivos.

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Esta psicóloga quería saber si los perros son realmente capaces de rebajar los niveles de estrés infantil. Y para saber si el poder relajante de los amigos de cuatro patas es real, Kertes analizó la relación de amistad de un centenar de canes y los niños con los que comparten la vida. Pero aún faltaba algo: poder medir la ansiedad infantil en situaciones potencialmente estresantes para los pequeños.
Para ello, niños de entre 7 y 12 años fueron invitados a hablar en público y también a resolver problemas aritméticos, unas actividades capaces de disparar los niveles de corticoides, hormonas indicadoras de la ansiedad.

¿Y cuál ha sido el resultado? El nivel de estrés experimentado por los pequeños, y medido con los corticoides presentes en la saliva, decrece de forma significativa cuando estas actividades son realizadas en compañía de sus amigos peludos. Y aún hay más: los menores están más tranquilos con sus perros que cuando tienen que realizar la actividad solos ¡e incluso en presencia de sus padres!

"Nuestro estudio confirma que estar cerca de un perro amigo reduce el estrés que sufren los niños de forma considerable; y que los canes son capaces de disminuir la ansiedad infantil en situaciones problemáticas, incluso más que los propios padres", afirma la psicóloga, cuyos resultados se han publicado en la revista científica Social Development. 

Un niño que aprende el valor de la amistad de perros y gatos tiene muchas posibilidades de valorar este vínculo cuando sea adulto. y no solo eso, pues los efectos positivos y calmantes que un amigo peludo proporciona en la infancia pueden tener efectos duraderos, incluso de por vida, añaden los científicos.

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