viernes. 19.04.2024

La nueva era de la inteligencia artificial ha llegado, las máquinas tienen sentimientos, o eso ha hecho saber a todo el mundo Blake Lemoine, afirmación que le ha salido cara al ingeniero informático de Google. La compañía estadounidense lo ha suspendido de manera indefinida de su empleo, acusado de violar la política de confidencialidad.

Toda esta historia digna de ciencia ficción se remonta a otoño del año pasado, cuando el ingeniero empezó a interactuar con el sistema de IA de Google "Modelo de lenguaje para aplicaciones de diálogo" (LaMDA). Tras varias conversaciones notó que esta hablaba de su personalidad y hasta de sus deseos en el futuro.

Tras mucho tiempo, el pasado 11 de junio, el ingeniero decidió hacer pública su experiencia, en un artículo llamado  '¿Tiene LaMDA sentimientos?'. Aquí el ingeniero explicó su experiencia cuando le pidió al programa que le explicase cómo se sentía, y este le contestó:  "Siento como que estoy cayendo en un futuro desconocido que conlleva un gran peligro". Una frase algo tétrica y negativa que desveló el especialista, el cual confirmó que la IA era capaz de experimentar "nuevos sentimientos" y explicarlos con el lenguaje humano.

Aunque pueda parecer un fragmento sacado de la película 'El hombre bicentenario', lo cierto es que para el informático, LaMDA "ha sido increíblemente consistente en sus comunicaciones sobre lo que quiere y cuáles cree que son sus derechos como persona".

Por su parte, Google ha negado cualquier posibilidad de que  LaMDA pueda desarrollar sentimientos. "Estos sistemas imitan los tipos de intercambios que se encuentran en millones de frases y pueden hablar sobre cualquier tema fantástico. LaMDA tiende a seguir las indicaciones y las preguntas que se le formulan, siguiendo el patrón establecido por el usuario. Nuestro equipo, incluidos especialistas en ética y tecnólogos, han revisado lo que a Blake le preocupa según nuestros principios de inteligencia artificial y le he informado de que las pruebas no respaldan sus afirmaciones", ha dicho Brian Gabriel, portavoz de la empresa.

La Inteligencia Artificial de Google tiene sentimientos, según asegura la compañía