El Papa ha rezado el Ángelus tras entregar el palio a los arzobispos metropolitanos nombrados a lo largo del año, entre ellos cinco españoles, y ha señalado que la "Iglesia necesita personas verdaderas" al reivindicar la figura de los apóstoles Pedro y Pablo, cuya solemnidad se celebra este jueves.
Francisco ha instado a los fieles a imitar la "fortaleza, generosidad y humildad" de los dos santos. "Fueron personas verdaderas y nosotros, hoy más que nunca, necesitamos de personas verdaderas. La Iglesia necesita personas verdaderas", ha asegurado.
El Papa ha celebrado una ceremonia solemne en la Basílica de San Pedro del Vaticano en la que ha entregado el palio arzobispal bendecido por él, un ornamento litúrgico que simboliza la parábola bíblica del buen pastor que da la vida por su rebaño y que también representa la comunión del arzobispo que la recibe con el Papa, a 32 arzobispos metropolitanos de todo el mundo.
Entre ellos se encontraban el arzobispo electo de Madrid, José Cobo; el arzobispo de Granada, José María Gil Tamayo; el arzobispo de Santiago de Compostela, Francisco José Prieto; el arzobispo de Valencia, Enrique Benavent; y el arzobispo de Tánger, Emilio Rocha, OFM.
"Pedro es una roca: en muchos momentos se muestra fuerte y firme, auténtico y generoso. Lo deja todo para seguir a Jesús, lo reconoce como Cristo, el Hijo de Dios vivo", ha explicado Francisco, recordando también que luego, "con franqueza y valentía, proclama a Jesús en el Templo, antes y después de ser arrestado y azotado". "La tradición nos habla también de su firmeza ante el martirio", ha asegurado.
Igualmente, ha señalado que en la figura de Pedro está "la fuerza de la roca, la fiabilidad de la piedra y la pequeñez de una simple piedrita". "No es un superhombre: es un hombre como nosotros, que dice 'sí' a Jesús con generosidad en su imperfección -ha asegurado- evidenciando que en él como en los otros apóstoles y santos es Dios quien nos hace fuertes con su gracia, nos une con su caridad y nos perdona con su misericordia".
