jueves. 25.04.2024

Las calles de Buñol volverán a pintarse de color rojo porque vuelve la fiesta de la Tomatina, tras dos años paralizada por la pandemia. Es considerado el festival de peleas de comida más grande del mundo y este año contará con una participación de unas 22.000 personas, agotándose ya las entradas simples. Los futuros asistentes deberán comprar un pack desde la página oficial o en webs autorizadas si quieren participar.

Hoy, 31 de agosto, alrededor de las 11 de la mañana, una traca marcará el inicio de la batalla, en la que los contendientes serán equipados con 150 toneladas de tomates distribuidas en seis camiones. Los tomates serán repartidos por vecinos de la localidad subidos en los remolques, lanzándolos a los participantes mientras se encuentran encima de los volquetes. En un momento dado, se levantarán las cargas dejando caer de golpe grandes cantidades de tomates, llegando así a uno de los puntos álgidos del evento. La batalla terminará una hora después, cuando una segunda carcasa que significará el final.

Desde el año 2013 la Tomatina tiene un aforo de 22.000 personas, tras ediciones anteriores en las que se había superado los 45.000 asistentes. Esta fiesta es reconocida desde 2002 como fiesta de Interés Turístico Internacional por la Secretaría general de turismo.

Origen de esta fiesta

Hay muchas versiones que explican el origen de este evento, pero la más reconocida se remonta al año 1945, cuando, durante una fiesta de Gigantes y Cabezudos, un grupo de jóvenes se metió en una pelea con los vecinos que participaban en la comitiva por colarse en el desfile para participar. Como se podrá entender, los tomates fueron utilizados en la trifurca como arma arrojadiza y esa pelea se prolongó en el tiempo año tras año hasta convertirse en tradición. Hubo un periodo, en el que fue prohibida por las autoridades, pero el apoyo popular hacia la celebración permitió que se pudiese volver a realizar en 1959.

Tras sucesivas ediciones, en 1980 el Ayuntamiento de Buñol se empezó a hacer cargo de la organización, que por entonces ya contaba con algunas reglas como la duración del evento, o el tradicional 'jabón de palo', que sirve para marcar el inicio e la festividad. Sin embargo, la fama más allá de Valencia no llegaría hasta 1983, cuando el periodista Javier Basilio realizaría un reportaje sobre la tradición buñolense para Informe Semanal, que llevaría a una riña de vecinos a convertirse, con el tiempo, en una de las fiestas más conocidas de España.

Inscripción como asistente a la Tomatina

Desde principios de mes, están disponibles en la página oficial de la Tomatina las entradas para participar en la batalla de comida más grande del mundo. Miles de visitantes provenientes de todo el mundo viajan a España en estas fechas y participan en el evento, por lo que existen paquetes de viaje en los que se incluye habitación de hotel y transporte a Buñol para realizar la fiesta. Las entradas simples siempre son las primeras en agotarse, con un coste de 12 euros por persona, así que si se quiere participar, se deberán pagar otro tipo de billetes, como los que incluyen unas gafas protectoras para ponerse durante la lucha de tomates.

Al finan de la fiesta, los servicios de limpieza municipales despliegan mangueras por toda la plaza que los participantes aprovechan para quitarse los restos de tomate. Pero para los que van a asistir a la fiesta de por la noche, les interesará contar con el guardarropa que se puede reservar junto con la entrada. recordemos que las manchas de tomate no son fáciles de quitar, menos con agua. También puedes reservar accesorios para la batalla, como las gafas de tipo buceo que servirán para protegerte los ojos del ácido del tomate.

Vuelven las calles pintadas de rojo a Buñol, vuelve la fiesta de la Tomatina