viernes. 19.04.2024

Un Bético nace donde él quiere, ya sea en Sevilla, dentro de España o los Alpes franceses. Y es que el Betis es un equipo por el cual es fácil sentir simpatía por la forma de ser de sus aficionados, la gracia y alegría natural del club e infraestructuras como su comunity manager, pero que acaba siendo sin que te des cuenta, una pasión, que como diría el protagonista de esta historia, bendita condena.

Una pasión que llegó hasta los Alpes franceses a un joven llamado Brian, un aficionado al fútbol que nació en Marsella, pero fue criado en los Alpes, y que llegó a la ciudad bética en 2007. Desde ese entonces el francés se enamoró del equipo blanquiverde sevillano. Todo comenzó con la búsqueda de una nueva vida en España. Su padre tenía orígenes españoles, y aunque cuando llegó al país no tenía predilección por ningún club en concreto, el Betis lo atrapó al sentirse identificado con sus valores.

"No puedo vivir sin Betis, es mi manera de vivir. Ya me estoy emocionando porque para mí lo es todo", relata el aficionado bético para el medio deportivo ElDesmarque bastante emocionado. Las casualidades del destino que hicieron que su amor por el Betis llegara en uno de los peores momentos para el club, jugándose el descenso a segunda. Partido final de liga que vio, por casualidad o no, en el Bar La Esperanza.

"Al ver llorar a uno, uno te coge en brazos y me dijo que es gracias a mí... Qué bonito. Esa unión que hay es...", aseguraba con orgullo del equipo y la afición de sus colores. 15 años en la ciudad sevillana le ha hecho empaparse de las costumbres de la misma, no solo culturalmente, sino también futbolísticamente con su rivalidad con el Sevilla.

 "Yo soy más de picar pero llevo aquí muchos años por lo que la guasa con el Sevilla la tengo que aguantar como todos. Es la sevillanía, lo bonito de la rivalidad. Además de Bético, Briam es vecino del barrio de la Macarena y hermano de la Virgen de La Macarena, a la cual le ha pedido una ayudita extra divina para la final del sábado contra el Valencia: "Si le podemos pedir un favor a la Señora... No rezo a diario pero cuando voy le pido salud y ahora un poquito de suerte para lo nuestro".

Con el 8 a la espalda de Nabil Fekir, su jugador favorito de la plantilla por su clase y buen fútbol, Brian espera con ansias el título copero que se juega el sábado el Betis en la Cartuja en Sevilla, donde cantará hasta quedarse sin garganta y hacerlo corazón, al cielo de Sevilla el "Alé Musho Betis Alé".

Brian, el bético francés que le pidió a la Macarena la victoria del Betis en Copa