miércoles. 24.04.2024

El Barcelona se puso anoche el traje de gala y de jugar a un fútbol de clase mundial para su público. Los de Xavi querían devolver la tranquilidad y sonrisa a sus aficionados que tan preocupados salieron del empate ante el Galatasaray. El buen juego y el movimiento de baló siempre estuvo ahí, pero con el once de gala y los titularísimos en el campo, el resultado es uno completamente distinto.

Ferrán Torres volvió a brilar en una noche mágica para él de unión con la afición. Su inconsistencia goleadora estaba siendo su espinita clavada, pues compañeros como Aubameyang llegaron y besaron el santo. No es que Ferrán no fuese aceptado por la afición, todo lo contrario, es uno de los favoritos, pero necesitaba una noche como esta para reafirmarse como estrella culé. Y así lo hizo, el extremo blaugrana se consagró con dos buenos goles que abrían el tapón que la defensa del Osasuna había puesto en su meta, con un planteamiento mega defensivo, dejando todo el balón al Barcelona, que con jugadores de su calidad suele ser un error.

El primer gol llegó de penalti, en un empujón dentro del área y el sería el encargado de lanzarlo y de perforar la red. El peligro estaba en las botas de Dembelé, que de vuelta en la titularidad, bailaba en una danza de recortes y explosividad con la defensa navarra. El francés fue el asistente para que Ferrán Torres solo tuviese que empujar el balón dentro de la red, dejándolo solo en un mano a mano con Sergio Herrera.

Con el partido 2 a 0 antes siquiera de la mitad del primer periodo el Osasuna tuvo que cambiar su planteamiento e intentar subir un poco al ataque, pero hacer eso contra este Barcelona también es un peligro, pues sale a la contra como gacelas. El tercer gol llego de los pies de Aubameyang también a pase de Dembelé, sentenciando antes de la segunda mitad el partido.

En la segunda parte, Xavi pensó en la travesía que les espera en la Europa League en Estambul y decidió contemporizar el juego y dar paso a jugadores del banquillo para que los titulares tuviesen las piernas frescas para los partidos importantes que se les vienen por delante. Riqui Puig salió al campo en una nueva oportunidad para demostrar que merece más minutos y esta vez lo consiguió, el canterano del Barcelona consiguió marcar el último gol que ponía la guinda del pastel a una gran actuación futbolística de los de Xavi que se montan en la Xavineta rumbo a Estambul y al próximo Clásico.

Ferrán Torres devolvió la sonrisa al Camp Nou